Cuando era pequeña los domingos de otoño, si hacia demasiado frío como para dar una paseo por el monte, o había llovido el día anterior, mis padres nos solían llevar a dar una vuelta por los puestecitos del Arenal. Flores, plantas arbolitos, e incluso algún pino de navidad comenzaban a verse en alguno de ellos.
Después o bien íbamos a comer unas rabas por el casco viejo, o un mejillón relleno en el Baste y subíamos hasta Moyúa dando un paseo para coger el autobús de vuelta a casa, no sin antes parar en la tienda de ultramarinos-comestibles-vinos-charcuteria-varios López-Oleaga a compara una bolsa de cacahuetes tostados. No tiene nada de especial, simplemente son unos cacahuetes con cáscara, recién tostados, y que suelen darte calientes.
Un lugar de los de toda la vida, llevan desde 1904 en la misma calle, y al igual que comercios tan míticos como Martina de Zuricalday, Arrese o Smith&Smith (pena que For desapareciese), forman parte de la historia de nuestra ciudad. Sin duda, comercios que me recuerdan a mi infancia, e incluso a mis padres les traen recuerdos de antaño.
¡Qué bonita historia! Jo... La verdad que es precioso ver como hay puestos que han estado ahí desde nuestra infancia... En mi blog, en la receta del pollo asado a la miel creo que comentaba un caso parecido sobre una pollería que desde pequeño ha rocíado la plaza de mi infancia con un olor inconfundible que te hacía rugir las tripas... Y hoy en día ahí sigue. Aunque deprima ver como la crisis amenaza cada vez más a este tipo de tiendecitas "históricas"...
ResponderEliminar¡Un saludo y buen provecho!
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muchas gracias! :D
EliminarPara cuando el nombramiento de Ilustre de Bilbao para Carolina Ídem.
ResponderEliminarjajajajajajajajajaja mi hermano está convencido de que un día de estos acabo de txupinera. :D
EliminarGracias Jon!
UN besito
Carol B.