Tortilla en La Salvaje

Mirando el historial de post de este pequeño y novato blog, me he dado cuenta de que casi todas las entradas son de comidas de trabajo, de reuniones con amigas a las que no puedo ver por trabajo, escapadas de cenas y pintxos durante el trabajo...vamos que aparece más la palabra trabajo que la de comida.

Y ayer, a punto de darme algo, a la una del medio día me tomé la libertad de desconectar, de quitarme el reloj, ponerme el bikini, las gafas de sol e irme con una toalla a la playa. A no hacer nada, a ver a los surfistas sobrevolar las olas, a tumbarme al sol con un libro hasta quedarme dormida, y a comer en el chiringuito/txiringito de la playa. Oye, mira qué tontería y qué bonito placer. Fijate que hay restaurantes buenos en la city, que hay muchos por descubrir, algunos incluso con grandes premios y estrellas Michelín, y sin embargo, el bocadillo de tortilla de patatas de ayer me supo como el mejor manjar de todos.

Saliendo de Bilbao, estuve a punto de sacar la cometa para volarla en la playa (sí, otro hobby raro, tengo una cometa casi más grande que yo, la cual tengo que volar en compañía por si acabo surcando los cielos en ella hasta Castro!), pero deseché la idea: desconexión, calma y paz. Que de vez en cuando, no está mal (y creo que va a ser así en verano) desconectar, y salir de los bares/restaurantes de Bilbao, y hacer más planes de playa, terrazas, y copas al aire libre.

CHIRINGUITO/TXIRINGITO LA SALVAJE 

Playa de Barinatxe, Sopelana.

Dos buenos trozos de tortilla de patata caliente, entre pan y pan, simple, pero delicioso. El pan, blanco, me recordaba al que solía comer en Logroño (épocas pasadas de mi vida). La tortilla, cremosa, sin notar los trozos de patata, que estaban perfectamente fundidos con el huevo, y sin que escurriese por ninguna parte. Creo que fue parte el buen hacer de la cocinera (la entreví desde fuera), y parte el espléndido mar, el sonido de las olas y la buena temperatura. Si muchas veces os recomiendo u os cuento mis experiencias en ciertos lugares, hoy os recomiendo que de vez en cuando os deis este pequeño placer, el de tomarte unas horas para ti, e ir a ese lugar que tanto te gusta. En mi caso, a ver el mar. Ah! y si os animáis, daros una vuelta en parapente, yo, aun estoy pendiente de poder hacerlo, a la espera de un día de sol y viento!

Bocadillo de tortilla de patata con vistas al mar, 4€.

Dedicado a I por que sé que el proyecto del día 20 será un éxito, que ya celebraremos las socias por todo lo alto donde ella quiera.