Mi padre tiene un huertito urbano maravilloso: lo mismo planta una semilla de piñón, que un limonero, que cebollas moradas de Zalla. Este verano le ha dado por las guindillas, piparras y tomates, así que nos hemos comido unas cuantas ensaladas cultivadas en casa, ¡una maravilla, oigan! De hecho, hay también un par de lombardas, y alguna vez hasta hemos tenido fresas. Todo en el balcón de casa. Un día, fui a hacer una receta que vi en el blog de "La receta de la felicidad" con los tomates de mi padre, pero la plantita ya había dado sus últimos frutos, así que tuve que versionarla: cheescake salada de cabrales y tomate seco.
Lo que lleva el cheescake de cabrales:
-200g de galletas saladas (2 pquetes de galletas TUC)
-150g de mantequilla fundida (NO margarina)
-300g de philadelphia
-75-90g de queso Cabrales u otro similar
-2 huevos medianos
-tomates secos
-romero
-sal Añana
-pimienta negra
-nuez moscada
Necesitáis manchar unas cuantas cosas:
-cubiertos para manejar los ingredientes
-un peso
-un bol grande para la mezcla
-otro bol para la base
-batidora a varillas
-molde de unos 16-18cm
-rodillo madera
Al lío:
1. Precalentáis el horno a tope, todo lo que dé.
2. Machacamos las galletas, o bien en trituradora, o bien metiéndolas en una bolsa de congelados y pasando un rodillo de madera por encima. Mezclamos el polvo de galleta con la mantequilla derretida, para que podamos manejarlo, cubriendo el fondo y un poco de las paredes del molde. Lo metemos al congelador, para que se solidifique
3. En el otro bol, mezclamos el queso Philadelphia, con los huevos y el queso Cabrales, si os gusta su sabor, meted los 90g, si quereis algo más suave, con 75g es suficiente. Sal, pimienta y nuez moscada, al gusto. Vertemos la mezcla sobre la base que teníamos en el congelador.
4. ¡Al horno! Lo puse a 200 grados durante unos 30-35 minutos. Aquí, aconsejo tener un palito de brocheta a mano, y a partir de los 20 minutos, cada 5, id pinchando el cheescake: si el palito sale limpio, está listo, si sale con masa, ¡a esperar otros 5 minutos!
5. Cuando esté lista, troceamos tomates secos, desmigamos un trocito de queso de Cabrales y las hojitas de una rama de romero, lo ponemos por encima, y ¡voilà! a comer.
PD: para Dicky, por transportarme a Asturias en cada uno de sus viajes, aunque sólo sea via whatsapp ¡puxa Asturies, y el cabrales!. Gracias amigo. Lov u! :)
¡Muy buenas!
ResponderEliminarQué cosa tan rica acabas de prepararnos aquí... Qué ganas me han entrado de probar esta original cheescake. No me puedo resistir al cabrales en forma de tarta ¡Y salada! La verdad que yo estoy acostumbrado a los pasteles de queso dulces, nunca he probado uno salado, a ver cuándo saco tiempo para robarte esta recetita...
¡Y la primera foto espectacular! ¡Muy buena presentación!
¡Un beso!
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