Malditos domingos. malditos domingos después de un jueves social, un viernes de cumpleaños y de un sábado de liada tonta hasta las 8 de la mañana (I, M y T que me lían, y acabamos todos desayunando donetes a las 8 de la mañana por Bilbao!) Y no hay nada mejor para un finde movidito que una tarde de domingo con amigos, unas tónicas para todos (algún atrevido ha seguido con cervezas...) acompañando unos totopos y sincronizadas (nachos con queso y guacamole, y tortillas de maíz con jamón y queso).
Así que esperábamos pasar una tarde agradable en el restaurante Milagros de Barrika, donde nos encontramos con unas cuantas parejitas en las mesas de la entrada, por lo que decidimos sentarnos en las mesas del comedor, aun sin vestir, ya que eran las siete de la tarde. A menos cuarto, justo cuando nos dejan lo pedido en la mesa, se nos acerca un camarero, y nos dice:
-"chicos, como creo que tenéis para rato, mejor os ponéis en otra mesa de la zona de abajo, es que a las ocho empezamos a montar las mesas"
Mal, ya empezamos mal: el primer turno, es a las 21h30, además de nosotros, había otras dos mesas que NO fueron desalojadas como la nuestra, y encima, después de llevar un rato sentados, nos lo dice justo cuando teníamos todo lleno de platos con los totopos, las sincronizadas, las bebidas... Bueno, quizás tenían mucho jaleo montando las 10 mesas que conté en el comedor en el que estábamos.
Dan las ocho y cuarto, las otras dos mesas seguian ocupadas, y desde nuestra nueva ubicación vimos que en la media hora que había pasado (y que nos bastó y sobró para comernos lo que pedimos) el camarero que nos había cambiado de mesa, había puesto ¡seis! manteles. Pues sí que tenia prisa el amigo! (modo ironía ON). Ya decidimos marcharnos, pero me acerqué a la barra a pedir un botellín de agua:
-"¿Quieres una copa para el agua?"
-"No, gracias, me la voy a llevar, que ya nos vamos"
-"Al final os ha dado tiempo a comer todo, siento haberos hecho cambiar de sitio"
-"Hemos sido rápidos. ¿Qué te debo del agua?"
-"Nada, os invitamos"
Es normal que el camarero tuviese que empezar a montar las mesas para la cena de las 21.30 a las 20.00 viendo la velocidad súpersónica con la que trabajan en Milagros, y viendo también lo mucho que pueden llegar a divertirse con una patata frita, mientras los clientes esperan en la barra. Al menos, se dieron cuenta, y tuvieron un pequeño detalle con nosotros con el agua.
Sí, me he cabreado. Ya se me ha pasado.
MILAGROS RESTAURANTE
Carretera Sopelana-Plentzia
c/ Bideondo 1. Barrika
Me encanta ir a comer al Milagros, soy adicta a su sushi, paso muchas tarde allí tomando algo, de hecho, conozco prácticamente a toda la plantilla. Creo que no ha sido un bonito detalle dejarnos sentarnos donde quisiéramos para que una vez acomodados y servidos, nos hicieran mover con todo. No se debería tratar así, ni aun cliente nuevo, ni a uno habitual.
Totopos + sincronizadas, 20€
Tónicas, cocacolas 2€
Cerveza Desperados, 3€
Sincronizadas de Jamón y Queso con guacamole.
Te van a empezar a betar la entrada en los locales por antisistema! jaja ;P
ResponderEliminarPero tienes toda la razon!
Pues si pues si...jajajaja pero volveré al MIlagros, es un sitio que me encanta, excepto por los camareros, que son un desastre en su gran mayoría!
ResponderEliminarque hambre me está entrando...
ResponderEliminarbss
Aqui va otra joyita del trato que dan los chic@s, del Milagros, vamos que miman a sus clientes (es sarcasmo).
ResponderEliminarhttp://clubdelvinocastrourdiales.blogspot.com/2012/02/restaurante-milagros-en-sopelana-un_27.html
Siguiendo nuestra ruta coincidente te diremos con los Manueles somos visitantes no asiduos al Milagros. Aunque más que por la comida o la bebida vamos por las espectaculares vistas (y no nos referimos precisamente al mar ;)
ResponderEliminar