A mi estos cambios de temperatura me vuelven loca. Más de lo habitual. Hace unas semanas fui a renovar el DNI, súper contenta con una foto que tiene un par de años, pero que es la única en la que me veo bien, así que os imagináis con qué cuidado la guardaba. Total, que uno de estos días, al ir a entrar al curro y buscar el DNI (sí, los amables seguratas no me dejan entrar si no me identifico, da igual que entre y salga todos los días), ¡oh sorpresa! ¿¿dónde leches he metido yo el DNI?? Pues nada, que lo he perdido, así que con toda mi cara, con el calorazo de estos días, me he plantado en la comisaría de la policía nacional, a ver si poniendo carita me colaban... y oye, los lagrimones y la cara de pena ¡han funcionado!
Ahí que entro, y le cuento mi película a la funcionaria de turno "no, mira, es que he perdido el DNI, y claro, es urgente, porque lo necesito para..." "Nada, mujer, tranquila, si no eres la primera! Algunos lo han perdido hasta tres veces" #tomaya. Nada, 10€ (otra vez) y copia del DNI que me hice hace dos semanas, al menos me han mantenido la foto.
Y nada, que a mi la burocracia y el papeleo me dan hambre, así que ya que estaba cerca de Indautxu, decidí acercarme hasta "La Charcu" en la Plaza Campuzano. Un local que no lleva mucho tiempo, y que siempre me ha llamado la atención. Tienen seis mesas, en un local amplio y neutro, con grandes ventanales y la carta en una pizarra enorme. Las ensaladas, puedes pedirlas en medias raciones, algo que tenia que haber hecho, ahí anduve poco lista, pidiendo la de perdiz salvaje escabechada con mousse de oca. Una pedazo de ensalada como para dos o tres, muy bien aliñada, y con una buena ración de perdiz desmigada, con un suave toque al escabeche y a la pimienta negra. Cuatro trozos de mousse de oca acompañaban perfectamente el plato, algo sencillo, que llena, no empalaga y que resulta original.
Aunque comí sola, no me sentí así, tenia a María, Eneko y los Manueles vía teléfono; a las señoras cotillas de la mesa de al lado pegando voces sobre el hijo de nosequién; y un perrito precioso que decidió tomar la sombra justo donde daba mi mesa. Y encima, me lo pasé pipa buscando perdigones entre la perdiz, que para algo era salvaje, y como bien me dijo la camarera, las habian cazado para el restaurante. Un puntazo! Para la perdiz no, claro, pobrecilla.
Por cierto, tres días después, fui a ponerme la cazadora vaquera, y ¿a que no sabéis qué encontré en el bolsillo? El DNI que creía perdido! #soylopeor
LA CHARCU
Plaza Campuzano, Bilbao.
Un local que sirve como charcuteria con unos embutidos de lujo, y como restaurante para picar ese mismo embutido, ensaladas, bocadillos o raciones. La verdad es que me sorprendió y agradó el local, así como la atención de las camareras.
Ensalada como para tres, 9€
Pedazo de ensalada...
La bolita de la izquierda, un perdigón, el resto pimienta negra.
La mejor compañía!
La charcu!! Genial nombre para un establecimiento en Bilbao. Ese es el apodo de un selebre personaje de la noche bilbaina (sin dieresis) y del que puedo comtar algunas jugosas anécdotas no aptas para menores y público en general.
ResponderEliminarLa verdad es que es gracioso el nombre! Por cierto espero que un dia me cuentes esa historia!! ;)
EliminarB.
Le tengo ganas a La Charcu! pero siempre paso a malas horas... Zuloko, esas anécdotas para la próxima ;)
ResponderEliminarEso, eso, queremos anécdotas! Y si hace falta, nos vamos a Llanes! :D
EliminarLo contaré en vivo y en directo (entre viajes) pero os lo advierto, son susedidos bizarros y soeces, y ustedes son señoritas educadas
ResponderEliminarYo también soy un desastre para tarjetas varias... lo peor.
ResponderEliminarayyyssss la dura vida de la mujer 2.0! ;)
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