Ultimamente me pasan cosas surrealistas. Y cuando estoy con I y con T, más aún, pero lo bueno es que todo suele acabar en carcajadas y lagrimas de la risa.
Una tarde de este verano, una cualquiera en la que nos vamos las tres a trabajar, salimos cansadas como casi siempre, y con hambre. Yo no sé, pero chica, cada vez que terminamos un trabajo, acabamos de comida/cena, como esa tarde, en la que nos encontrábamos cerca del museo Guggenheim, y nos fuimos a La Foca Nicanora a cenar. Es una pizzería que lleva ya unos cuantos años en Bilbao, y que siempre ha tenido muy buena fama por sus pizzas, de masa fina y crujiente, y por unos nachos con queso, cuando pocos más los hacían por aquí.
Nos sentamos las tres en la terraza, y pedimos una pizza familiar de barbacoa, y unos nachos con queso para compartir. El tiempo se nos iba en una conversación animada, hasta que pasados unos 20 minutos llegaron los nachos, con el queso derretido sobre unos nachos crujientes. Teníamos tanta hambre que los devoramos en nada, dejando queso en la cazuelita de barro, por lo que pedimos unos cubiertos para comerlo. Ahí fue nuestro error: pides un "cubierto" y lo más lógico es que te traigan una CUCHARA. Si, sí, una cuchara para comer el queso que sobraba. Nosotras tampoco lo entendimos, y el consecuente ataque de risa, era inevitable.
Bueno, seguimos con nuestra conversación, cuando la camarera nos trajo una pizza, nos quedamos las tres mirándola, hasta que T dijo:
-"Esta pizza no es nuestra: ni es de barbacoa, ni la habiamos pedido de dos tipos!"
Oootra vez a esperar que nos trajeran la nuestra, y cuando llegó, las tres atacamos sin piedad. Hacía mucho que no iba a La Foca Nicanora, y quizás la imagen en mi cabeza estaba algo sobrevalorada. La pizza, de buen tamaño, buenos ingredientes, nos resultó grasienta y pesada, con escasa salsa barbacoa. Un chasco, oye, nosotras que íbamos con toda la ilusión de esa pizza. Una pena.
LA FOCA NICANORA
C/ Iparraguirre, 3. Bilbao.
Ibamos con el listón muy alto de nuestros recuerdos de infancia, y al llegar lo que pensábamos era una pizza maravillosa, nos llevamos un pequeño chasco: poco condimentada, poca salsa barbacoa, y muy grasienta. Sin embargo, la esencia de su masa fina y crujiente sigue intacta, así como esos nachos de bolsa con un queso fundido sobre cazuelitas de barro.
Por unos 35€ nos reimos un buen rato en la terraza de la Foca Nicanora.
Mmmmmmm... nachos!
Que no era broma! Nos trajeron una cucharilla de postre para el queso. WTF?
No, si buena pinta tenia...
Y al comer la pizza, descubrimos ese momento blonda!!!!!!
+1 a todo, yo estuve hace poco y también me lleve un "meh". Nachos casi quemados y pizza grasienta, eso de que esté chorreante de aceite lo llevo muy mal...
ResponderEliminarLa verdad es que hacia años que no iba, pero tenia un mejor recuerdo. :-/
Hace tiempo que la borré de mi ruta!!!
ResponderEliminarMi memoria "histérica" me dice que hubo un momento en el que la foca era el must de bilbao. Largas colas, unos camareros/dueños déspotas que maltrataban al cliente y buenas pizzas, lo mejor era el quesazo en proporciones pantagruélicas y un solomillo (en algunas variedades) muy bueno. Luego llego otra época en la que los dueños hicieron mutis por el forro y la calidad bajo y el trato mejoró. Y ahora se ha convertido en un local para turistas despistados. Ni bien ni mal, ni fu ni fa... tararará. Me ha sorprendido tu comentario de que la masa es fina y crujiente, ya se que los abuelos tendemos a la senilidad pero en mi cabezo siempre la he visto como gordota y esponjosa (la masa, no pensemos mal)
ResponderEliminarEstuve ayer. 28 grados a las 21:30 en Bilbao y el Coppola cerrado así que dijimos: "la Foca nunca falla" y tristemente falló. Pedimos una barbacoa mediana para dos personas y sobraron 4 porciones. Algo inaudito en nosotros y más hablando de pizza. No sólo no tenía suficiente salsa barbacoa, sino que sabía unicamente a queso, con lo que la sensación de grasa aumentaba enteros. Y si fuera un buen queso, pues vale, pero lo que predominaba era un sabor a tranchete. Mal en la foca. No volveré! Nos queda el Coppola, a ver si dura!
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