Esta semana, T y yo tuvimos que ir a Sestao por temas de trabajo. Que lo bueno de ello, es que oye, nos estamos recorriendo el Pais Vasco, rollo "Un país en la mochila" de Labordeta, pero versión "Un país en la funda del portátil". Pues nada, allí que vamos, hicimos lo que tuvimos que hacer, y esperando a que nos llegara la inspiración para mandar unos mails, a T se le ocurrió que fuéramos al bar Mayte, por eso de que con algo en el estómago, parece que se piensa mejor.
Entramos en la calle Manuel Andrés y a la altura del numero 6, un bar con una hermosa barra repleta de sandwiches y pinchos varios, donde la estrella indiscutible es el pincho de tortilla. (Yo creo que los focos incluso le enfocan sólo a ellos). Al llegar, no quedaba más que unas migajas de patata, casi nos da algo a las dos, hasta que el camarero dijo la mejor frase de la tarde:
-"En un momentito, sale otra tortilla"
Discutiamos sobre qué hacer con ese mail, si mandar no mandar, o qué, cuando dejamos todo de lado para centrarnos en lo importante: un pincho de tortilla, sobre un trozo de pan recién cortado, caliente, jugosa, pero bien cuajada. Los trozos de patata, se deshacían entre el huevo, que humeaba, y casi quemaba. Sin duda, una tortilla de las de verdad, sin cebolla, pero bueno, en este caso, no la eché de menos, de lo buena que estaba.
BAR MAYTE
C/Manuel Andrés, 6. Sestao.
No he probado el resto de los pinchos, pero sin duda, eran como para quedarse y probar uno de cada. La tortilla, en su punto, la patata, bien hecha, cremosa, y fundida con el huevo, que con el calor, terminaba de cuajarse sobre el pan. No conozco más bares en Sestao, de momento, éste se lleva el premio a la mejor tortilla.
Precio, ni idea, T que es la más mejor amiga junto con I, me invitó.
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