Este mes pasado mis amigas y yo, y casi sin quererlo, hemos estado persiguiendo (gastronómicamente hablando) a Patrizia Vitelli (@patriziavitelli), de hecho, creo que se ha olido la jugada y ha emigrado del país hasta la India, donde no hace más que darnos envidia con esas fotos maravillosas en una piscina, comiendo, o simplemente sin diluvios universales ni ciclogénesis-huracán como aquí.
El caso es que nos juntamos I, T, un buen amigo de las tres y yo para comer. Sin más excusa que vernos, que desconectar y pasar un rato entre amigos. y después de ver que Patrizia había estado en el Globo, primero pasamos T y yo por allí a comer un pincho; luego leimos que había estado en el italiado Don Angelo, pues nada, ahí que nos plantamos.
Bajamos las escaleras hasta el comedor principal, ese que parece que entras de repente en una peli de Disney ubicada en Venecia, colorines por doquier, y una amable camarera que nos comentó el menú del día. De primero, estaba claro, la ensalada, pero de segundo, ¿canelones de espinacas o lasaña boloñesa?
-"Yo canelones"-I anduvo rápida
-"Yo también"-Para nuestra sorpresa, T pedía canelones de espinacas
-"Pues para mi el pescado rebozado"-Los chicos siempre llevando la contraria
-"Canelones también".
Llegó la ensalada, correcta, pero llena de detalles que me hicieron sonreír, desde las rodajitas de aceitunas negras y verdes, y no esa manía de ponerlas enteras y que rueden hasta Nápoles; pasando por los trocitos de tomate natural; las perlas de mozarella, o ¡¡esa lechuga de verdad!! Señores, ¡LECHUGA DE VERDAD! Es que es digno de mencionar y gritar, sobre todo hoy en día, donde Florette ha invadido todos los escenarios posibles donde pueda dar cabida a una hojita de lechuga. Casi lloro, no os digo más.
Llegaron los segundos, con el "cuidado que el plato de arriba quema" pescado para nuestro querido; canelones para las tres Marías. Y en esto que estaba yo disfrutando de la bechamel, del queso fundido, cuando nos dice T:
-"¿Pero esto de qué está relleno?"
-"Espinacas"
-"¿Cómo que espinacas? ¿no eran de carne?"
-"No, eso era la lasaña"
Ataque de risa, la pobre T se lo acabó comiendo, no estaba mal, algo insípido quizás, sin mucho sabor, quizás si encima vas con la idea de unos canelones con tomate y carne. Pero rico al fin y al cabo. Sin duda estas cosas nos pasan por estar en tres universos paralelos, donde hay trabajo, proyectos, y dolores de cabeza varios en forma de (segunda) carrera universitaria. De los postres no tengo foto, ni mencionaré nada.
DON ANGELO
C/ Rodriguez Arias, 15. Bilbao.
Sin duda uno de esos restaurantes italianos de Bilbao de los de toda la vida. Me gusta esa estética algo demodé, nada de minimalismos, sino, lo que es, un italiano, que bastante ostentosos son ellos, como para plantar lineas rectas y sobrias en el local. El menú del día cuenta con unos cuatro primeros y otros cuatro segundos, por un buen precio, comes bien, sin complicaciones ni cosas raras.
Para Patrizia, que espero que disfrute, que pruebe miles de especias, de comidas y nuevas recetas y que vuelva llena de grandes ideas. Te echamos de menos los gastroblogs de Bilbao! miss u, xxoo
Ensalada de lechuga de verdad!
Dos canelones, uy parece poco.
Madre mia, si además de espinacas tiene setas! De poca ración nada...
Gracias por tu recomendación descubrí un buen restaurante tanto por la comida como por el lugar. Gracias :D
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