En Bilbao no se puede ir de pintxos antes de cenar. A ver, que se puede, pero luego o te bebes un bote entero de sales de Eno, o acabas empachado durante dos días. El fin de semana vinieron unos amigos de visita, y cómo no, las paradas obligatorias por Poza y Maestro Garcia Rivero, hicieron que llegáramos J y yo a la cena que teníamos reservada en USB (Un señor de Bilbao), sin mucho apetito.
De ahí que nos lanzáramos los dos a compartir una ensalada, un segundo para cada uno, y quizás un postre. Normalmente, me da por proba varios platos, que claro, luego viene la cuenta y me arrepiento, diciendome a mi misma, que esto, lo pago yo, y desde luego a este ritmo, el blog me llevará a la ruina económica.
Ya suele ser un clásico, el ir probando todas las ensaladas de ventresca que se me cruzan por el camino, y esta vez en USB no iba a ser menos. Acostumbrada a las cantidades industriales de la ensalada de Milagros, esta vez, me pareció algo escasa, sin embargo, el sabor, infinitamente mejor. Lascas de bonito tersas, con un color claro, y un sabor suave sin exceso a pescado, acompañado de finas rodajas de cebolleta (ojo, que NO cebolla). Y todo, con sobre unas láminas de tomate, de buen sabor, buen color, y sin piel. Detalle interesante para una ensalada donde la presentación, y la materia prima se lleva el 90% de la importancia del plato. Mientras esperábamos el segundo plato, y conversaba con J a voz suave, apareció un grupo de diez personas, a cada cual más escandaloso, con un tono tonto y estúpido, de esos que creia extinguido, pero que debe mantenerse vivo por la zona de Indautxu (una pena) y entre "Osea, maja, es que en el despacho, la secre no atiende al teléfono" "es que Jaime, le ha dicho a Alfon, que...blablabla" (todo con bolsos de CH sobre la mesa para que se vieran bien) llegaron los segundos.
J, que tiene prohibido el marisco por prescripción médica, tiene cierto reparo a la hora de pedir cualquier cosa que vaya bajo el mar (tras mi pregunta indiscreta de que porqué siempre pedía carne), así que para él, entrecotte, al punto, tal y cómo le preguntó la camarera. Y yo, por llevar la contraria, unos chipirones a la plancha sobre cebolla pochada. La carne, con buen sabor, tierna, y al punto como le pedimos, y con toques crujientes, de las escamas de sal, algo indispensable en un buen entrecotte. Pero sin duda lo bueno llegó con los "chipis", que en plena temporada, es cuando hay que aprovechar, y si son buenos, tal y como dicen los grandes chefs, no deben lavarse mas que con agua por encima, a la plancha y ¡a disfrutar! Tres hermosos ejemplares con sus patitas crujientes, y sobre una cebolla pochada, caliente, que hizo que mantuvieran ese calor, y que no acabase comiendomelos fríos (como suele pasarme)
Llegados a este punto, apenas podíamos más, pero la carta de postres, era (es) de lo más sugerente, así que no pudimos resistirnos a una cuajada casera para J (la cual ni olí, lo siento, eso, los plátanos y los purés son mis kriptonitas), y una torrija al caramelo para mí. Puedo asegurar por la cara de mi acompañante, que la cuajada era de lo mejorcito, y os aseguro, que la torrija, cremosa, con un acabado crujiente por encima y acompañada de un helado de un fruto seco que no logramos reconocer, mereció la pena, a pesar de estar a reventar.
USB (UN SEÑOR DE BILBAO)
C/Particular de Indautxu, 8-10. Bilbao.
Un lugar peculiar, con una decoración entre tradicional, y moderna, con no mas de 16 mesas, ambiente cálido, y sonidos suaves que invitan a una comida/cena en calma, a menos que se te presente el club de pijos-de-jersey-al-hombro-y-marujas-con-camisas-de-Tommy al lado con sus "osea" "jo tia, de verdad" "menos mal que los niños están con la nanny".
Y cuento esto, por que los restaurantes, asi como el cine, o las clases de econometría, no son mas que experiencias, y con esa experiencia y recuerdo es con lo que te quedas. Por ello, creo que mi experiencia (y ya van tres veces que lo digo) en USB se basó en un alto porcentaje en la comida, de escasa elaboración, pero gran presentación y grandes productos y materias primas, con el servicio y el ambiente. Así que no sólo en USB sino en TODOS los restaurantes deberian cuidar esos detalles, que si hace falta llamar la atención a unos papás que dejan sueltos cual fieras a los niños, pues se hace, o que si aparecen 10 petardos a gritos dejando claro que trabajan en despachos con secretarias, que hacen puente cuando ellos quieren por que son "jefes", pues chica, me revientan la cena. Por que no me interesa su vida, por que no aguanto a los soberbios, y por que ante todo, respeto a los demás.
Ensalada+ dos segundos+ dos postres+ agua; rozando los 76€
Ensalada con tomates pelados.
¡Mis chipirones!
Carne, con pimientos, y patatas.
Torrijas.
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