martes, 29 de octubre de 2013

Un día en el monte


Quedaría super guay deciros que me encanta el otoño, madrugar los domingos para subir al Pagasarri, hacer excursiones por los montes del País Vasco, ir a por setas... Pero para qué voy a mentir. Ya tuve en mi pasado mil excursiones a los montes no sólo de por aquí, sino en Asturias y Cantabria, en esas edades en las que no puedes decidir las vacaciones ni lo que se hace un fin de semana, y acabas en la ruta del Cares por tercera vez, saludando (again) a las pobre cabras que andan por allí.

A ver, que me encantan los bosques, comerme las setas y hongos propios de ésta época del año. Ese olor a hierba, el silencio y demás, pero soy de ciudad, así que pocas veces me veréis por el monte, a menos que sea con esquís. El nombre de este blog, no es casual. Sin embargo J es todo lo contrario: escalador de grandes picos en Pirineos y los Alpes, fan de la montaña y el campo, y desde luego amante de toda esa naturaleza a cualquier hora. Vamos que si le veis a las cinco de la mañana subiendo por la ladera de algún monte cercano a Bilbao, que no os extrañe. 

Hace unos días, estuve con anginas, antibióticos y toda la industria (farmacéutica), y a J se le ocurrió que me vendría bien un poco de aire puro, un martes cualquiera salir de la oficina, desconectar y llevarme a dar un paseo entre arboles y naturaleza. No tenia el cuerpo yo muy rumbero, así que muy detalloso él, me llevó en coche hasta el Vivero de Artxanda, limite entre Galdakano y Bilbao. Una zona tranquila, con parrillas para barbacoas en verano, mesitas de madera, y un refugio donde Richard te atiende con una amplia sonrisa a todos los que allí estábamos. Véase cuatro señores, ingenieros de obras aburridos de ver cómo terminan el campo de San Mamés y que decidieron pasear por allí, un grupo de niños autistas, y nosotros dos. 

Frente a la chimenea, una cocacola, un botellín de agua y las dos especialidades que pidió J, "para que lo cuentes en tu blog". Chorizo a la sidra, de buen tamaño, y gran sabor, nada grasiento, y acompañado de un pan que estaba de muerte, crujiente, con sabor a horno de verdad. Cuando acabamos, llegó la ración de patatas bravas, con dos salsas: por un lado alioli, y por el otro una salsa suave, con un toque intenso de tabasco, que terminó con todas las anginas. Mano de santo oye. 

Por menos de 15€ disfrutamos de una mañana al calorcito de la chimenea, con un plato de bravas y de chorizo a la sida, acompañado de un botellín de agua y de una cocacola de 350ml.


EL VIVERO
Crtra Santo Domingo - El Gallo, km 10.
944134315


NOTA 24 NOVIEMBRE 2013:
Me cuentan, que los fines de semana, previo aviso por teléfono, Emi y Richard, los amables dueños, preparan unas alubiadas, de morir del gusto. Y por 12€. Creo que este invierno, cae una fijo.









4 comentarios:

  1. Pues me cae bien J jajaja. Yo te hubiese practicado el mismo remedio aunque en mi caso hubiese sido llevarte a la cima de Punta Lucero o del faro de Gorliz (pero por montaña no el caminito ese rancio y asfaltado). Pero bueno, lo importante es que te recuperes y que nos has dado (mucha) envidia con este post. ;)

    Un saludo!

    www.delicias-boca.com
    www.operacionjapon.net

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  2. Blacky que recuerdos me trae ese sitio!! Después de un paseo por el monte, los búnkers del cinturón de hierro están a unos cientos de metro, te comes unos huevos con chorizo y te saben a gloria!!! Creo que también preparan alubia das por encargo .

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  3. Planazo, todo genial, menos el agua y la kk kola. Una cerveza, un vinito, hasta un vinito.... te lo pedono, porque eres tú y porque estabas pochita.
    Muxus

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