viernes, 31 de mayo de 2013

Desayuno en Madrid

Lo único que me gusta del invierno es poder ir a esquiar a Francia. Ver las montañas blancas, pistas con pinos a los lados, y un cielo azul intenso donde se respira calma, paz y encima no hay cobertura para que te llamen del curro. Bueno, además de eso me gusta poder disfrutar de una buena sopa, un cocido, cualquier legumbre y cómo no, un chocolate con churros, algo que NO hay en Francia.

Hace poco se abria el debate en el blog sobre cuál era el mejor sitio en Bilbao para poder disfrutarlos, y aún no me ha quedado claro. Quizás por que no me he puesto a investigarlo a fondo, o quizás por que la chocolatería San Ginés (Madrid) ha dejado el listón tan alto, que ni me molesto en buscar su equivalente en la city.

La chocolatería San Ginés está (no os lo vais a creer) en el pasadizo de San Ginés, no muy lejos de la Plaza Mayor. Un local con solera, con camareros vestidos con americana blanca y pajarita negra, de ésos que te tratan de usted tengas la edad que tengas, y que no te sienta mal, sino que al contrario, te halaga. Después de pedir porras para todos, chocolates y un par de zumos de naranja natural, nos sentamos en una de las mesas de la planta de abajo, y esperamos a que un camarero con una montaña de porras y churros y unas diez tazas de chocolate apiladas, nos trajese el desayuno. Y luego decimos del Cirque du Soleil, ¡este sí que es malabarista! Sin duda, un lugar al que ir, sea cual sea la estación del año.



CHOCOLATERÍA SAN GINÉS

No hay visita a mi hermano a Madrid en la que no vayamos a desayunar a San Ginés. Podría contaros lo buenos y crujientes que son sus churros; lo esponjoso que son las porras; o lo bueno que es el chocolate, pero como no soy mala, no os voy a decir que si no vais, os estáis perdiendo los mejores desayunos de Madrid.



martes, 28 de mayo de 2013

Tahona artesanal en el desierto de Sarriko

No os imaginais el desierto quer puede llegar a ser Sarriko-San Ignacio. Son dos barrios en los que he estado este último mes pateandome por temas de trabajo (ya ves algunos clientes les da por poner oficinas cerca de la uni), y donde, como siempre, se me hacia tarde para ir a comer a casa. 

Después de varios intentos en bares de la zona, que ni comentaré, no vaya a ser que aparezca Chicote, o peor aún, Sanidad; acabé encontrando un lugar encantador, un pequeño oasis en tanto desierto hostelero: La Tahona. Al principio, al ver el nombré pensé que se trataba de una panaderia, y bueno, si tiene pan, algo para comer, seguro que también. Al entrar, me dí cuenta de que era algo más, es una pequeña tienda gourmet, donde encontrar productos delicatessen, bollería dulce y salada recién hecha, y  además con encanto. Nada de sandwiches de la calle Luzarra, sino que en su lugar, puedes encontrar "empanadillas de verduras" o de "pollo" vamos, un lujo en el desierto de Sarriko. 

Esta vez el hambre pudo con el blog, y no hice foto más que de la bolsa, en este caso contenía un bollo de mantequilla que me duró medio minuto. Esponjoso, cremoso, y en una bolsa de papel, a pesar de que me lo iba a comer al momento. Se agradece que el continente sea acorde al contenido, y no que te lo sirvan en una triste servilleta de papel de fumar.


TAHONA ARTESANAL
Plaza Landabaso, 1. Bilbao.

UN rinconcito precioso, suelen colocar una mesita con dos sillas metalicas en azul, una pizarra y flores en la entrada, primer indicio de lo que te encontrarás dentro. Es una pena que no me pille más a mano, pero por los productos que tienen y la atención de las dos chicas que alli estaban cuando aterricé en Tahona, merece la pena acercarse.





domingo, 26 de mayo de 2013

Atea bajo cero.

Una de las tres razones por las que nació este blog en diciembre 2011, fue para recopilar en él los restaurantes que iba visitando, una manera de que mis amigos en vez de llamarme a cualquier hora, tuvieran una pequeña guia de dónde comer en Bilbao.

Creo que he cenado este último año como unas 4-5 veces en Atea, creo que lo he recomendado otras 4-5, y en todas ellas, mis amigos han quedado encantados con la sugerencia. Así que el fin de semana, J y yo, nos fuimos de cena tranquila, sentados en una de las mesas de Atea mientras veíamos llover a mares fuera.

Nos acomodaron en las mesas altas, no son mis preferidas, pero sin reserva, es lo que toca. No teníamos mucho hambre, así que pensábamos pedir una ensalada para compartir y un segundo cada uno. Pues bien, tras leerme hasta la carta de vinos, sólo encontré una ensalada: la de marisco. Pues mal vamos, con J alérgico. Llamo a la camarera, y le pregunto a ver si tienen fuera de carta alguna otra ensalada (mira que sólo tener una), ya que uno de nosotros es alérgico a la única que ofertan. Entra en la cocina, sale de la cocina, y nos dice que la unica alternativa es "lechuga con tomate" (sic). Pues no, no me voy a Atea, a comer lechuga con tomate, para eso no voy a un restaurante del grupo Zortziko.

Cambiamos la ensalada por dos entrantes: queso de cabra gratinado, acompañado por una patata frita, que para mi gusto sobraba, y sin embargo, la compota de tomate me resultó escasa. El segundo entrante, una rebanadita de pan tostado con sardina ahumada y mantequilla de cebollino. Un pincho original, pero que tras mi visita a un restaurante asturiano en Madrid, no me supo a nada. (prometo post de ese restaurante esta semana).

Los segundos llegaron con el abrigo puesto: estamos en mayo pero un mayo Ártico, vamos que en Bilbao en vez de pasear perros, paseamos pingüinos. En fin, un frio desagradable en Atea, la puerta abierta de par en par, a pesar de la lluvia, el viento, y el frio; y nosotros, con nuestros segundos platos. Se me antojó el tataki de atún con verduras salteadas, que ellos lo ponen como ración para compartir, yo, me lo zampé sola. Siete trozos hermosos en su punto, con una suave tempura y brotes de germinados. Me encanta el atún rojo, y éste estaba perfecto, aunque la salsa de soja de la base, sin rebajar, hizo que no pudiera terminar el plato, ¡no sentía la lengua del salazón! Una pena, el plato tanto en presentación como en gusto, era muy bueno, menos las verduras salteadas, que ahora que me doy cuenta, ¿dónde estaban? Misterio... J es más amigo del entrecot, y en Atea, no falló: laminado, en su punto, tal y como lo pidió. Lo que quizás me resultó poco atractivo es el acompañamiento, ¿no hay nada más original que patatas fritas y pimientos de bote? 

El restaurante no estaba ni al 50% de su capacidad, supongo que por el clima invernal, así que una vez terminado el segundo plato, pedimos el postre, con la idea de irnos pronto, el frío ya empezaba a mosquearnos. Tras casi 20 minutos, a punto de irnos del aburrimiento, llegaron los postres, fresas flambeadas con vodka, y tarta de queso. Menos mal que estaban buenos, sino, me da algo. Las fresas tenían ese toque a vodka, mezclado con nata, y una bola de helado, que para mi gusto, sobraba. La tartita de queso, cremosa, templada e individual, nada de un trozo de una tarta enorme. Quizás la espera se debió a eso, pero hubiéramos agradecido un aviso por parte de la camarera en vez de estar más de 20 minutos sentados en la mesa.

Llegados a este punto, pedimos la cuenta a toda prisa, pasando del café, y con ganas de llegar al coche y poner la calefacción a tope. No hay nada peor que comer con frío, y en mayo.



ATEA
Paseo Uribitarte, 4. Bilbao.

Ni sé la de veces que he recomendado este restaurante, siempre con la seguridad de que mi recomendación será un éxito. Menos para mí, esta última vez, el servicio ha sido bastante poco atento, el entorno, frio, muy frío; y los platos llegaban con demasiado retraso. No sé si es que se están acomodando, o que ese día les enfrió a ellos también. 

Cena para dos pingüinos, 60€








sábado, 25 de mayo de 2013

No es sólo un restaurante, son TODOS los restaurantes: Menuveo

No es un restaurante, ni un bar, ni una cafeteria. Ni siquiera puedes sentarte, por que no hay local. Pero está muy unido a la gastronomía, tanto, que reune todos esos lugares en un único espacio: www.menuveo.com

En mi vida 2.0 como Blackie, te juntas con muchos y muy encantadores blogueros, con amantes de la cocina y del buen comer, pero pocos son los que ajenos a un mundo directo de escritura gastronómica te apoyan o agradecen un post. Y uno de ellos, son Menuveo. No me conocen, no les conozco, pero hay un buen rollo en el mundo virtual que hace que cada vez que vea una de sus publicaciones, me hagan sonreir, y para muestra, un botón. Os dejo un video que los chicos de Menuveo colgaron en su facebook (https://www.facebook.com/menuveo?fref=ts) seguro que a vosotros también os saca una sonrisa. ¡Feliz fin de semana!



jueves, 23 de mayo de 2013

Izaro y la tortilla en miniatura

Siempre he pensado cómo debe ser pasar las navidades en el hemisferio sur, o qué curioso debe ser pasar el mes de mayo como si fuera invierno. Siempre me ha resultado curioso vivir una estación en un mes que no corresponde. Pues oye, ha sido pensarlo, y acabar viviendo como en Argentina: mayo como si fuese invierno. 

Pues eso, lo típico en mayo, pasear entre la lluvia, correr evitando que viento te dé la vuelta al paraguas,  llevar el plumífero, botas de agua y bufanda... Así que en pleno día gris, me fui a media mañana de un martes a desayunar a Izaro, un bar de Indautxu que en 2009 fue ganador estatal de tortillas de patatas. Un titulo que atrajo durante mucho tiempo a nuevos catadores de tortilla, y que ahora por las mañanas se llena de mamás de niños de colegio de pago desayunando mientras los niños esperan al autobús. Todos con café, sólo yo con tortilla.

Saco mi portátil, pido un zumo de melocotón con un hielo (manias mias) y un pincho de la famosa tortilla. un trozo minúsculo, con un trozo más minúsculo aun de pan. Pues nada, al lio, fue empezar a comer el pincho, y recordar por qué me vine hasta Indautxu a pesar del diluvio. Una tortilla fina, jugosa, con la patata y la cebolla bien fusionados, y con gran sabor, tan bueno, que me supo a poco, de lo pequeñita que era la ración.

Espero que pueda volver a Izaro, y que en la cristalera siga ese enorme cartel de "GANADOR ESTATAL DE TORTILLA" pero con un año nuevo, al lado del 2009.


IZARO
C/Alameda Urquijo, 66. Bilbao

Ya lo decía Cuchillo:
1. ¿Merece la pena cambiar las vacaciones para probarla? En absoluto.
2. ¿Es una buena opción en la zona de Indautxu? Sin duda. 
Una buena opción si pasas por Indautxu, pero desde luego, la ración se queda más que escasa. Una pena, por que la tortilla, es buena.

Tortilla y zumo de melocotón, con un hielo, menos de 5€





Ballenas

Cuando paseo por Barakaldo, me acuerdo de M3. Y ya cuando voy de pintxos, ni te cuento. Aunque sea con los jefes, aunque sea tras unos días interminables de curro (hombre, ya, pasadas las 13 horas seguidas, una como que se cansa un poco...). Y si encima vas a la calle Zaballa, ya, sólo te queda rezar para que M3 aparezca por ahí, pero eso, no ocurrió la semana pasada.

Fui de pinchos con toda la oficina, presentábamos un proyecto, y venían unos socios franceses, así que era el momento perfecto para darles una vuelta por la calle Zaballa de Barakaldo (Bilbao nos pillaba a desmano del puente colgante) y mostrar la gastronomía tan espléndida que tenemos. Bueno, eso, y que lo mismo nos da que juegue el Athletic, la selección, o un Real Madrid-Athlético de Madrid, los bares, a reventar. 

Tras pasar por unos cuantos, acabamos en El Horreo (no confundir con el de Noja), un bar con una barra de pinchos más bien sencilla, unos pinchos de tortilla un tanto mustios los pobres, pero con una especialidad: las ballenas. Ni idea de que era eso, seguro que M3 sí que lo sabia. Ves, te echo de menos. Aparece un plato con las "ballenas": un panecillo de hamburguesa, partido por la mitad, relleno de jamón, queso, y una salsa de mayonesa ligeramente diluida, y a la que habían añadido unas gotas de picante (tabasco si no recuerdo mal). Los franceses, con cara de póquer tras haber visto tortillas de dos pisos, milhojas de verduras y morcilla, brochetas de pulpo, o unas rabas. De hecho, se pensaban que el pan de hamburguesa era de broma. Pues no señores, pues no. Las ballenas es el pincho estrella de El Horreo, ni sé la de platos que vi sacar en los tres cuartos de hora que allí estuvimos, la gente, repitiendo incluso. Pues no me imagino qué cara pondrian entonces si van a Eme. 


El Horreo
C/ Zaballa, 7. Barakaldo

Pues nada, un pincho sencillo, sin nada que destaque más que la curiosa combinación de ingredientes, al menos lo del pan de hamburguesa, me chocó. Una versión nueva del típico mixto, fácil, rápido, y con vistas a gustar a todo el mundo, vamos, negocio redondo si funciona. Y chica, en El Horreo, funciona. 

Este post te lo dedico a tí, María, por los guiños, la complicidad, y por que te deseo lo más mejor del mundo mundial, desde mañana, hasta siempre. Aunque llueva. ;)





martes, 21 de mayo de 2013

Pepintxo, vegetariano para la #operacionbuenorra

Esto de quedarse sola en la ofi es un aburrimiento. Y si encima te quedas sola, más aún. Y para rematar, te toca ir a Barakaldo para una reunión, con lo que sin tiempo para comer por Bilbao, toca investigar "restoráns" en Barakaldo. Nada mejor que tirar del txoko tuitero, de los sabios que se conocen todos los rincones con los mejores restaurantes: y ahí aparece M.M.M con una propuesta un tanto especial, "Pepintxo". Para los que no os movéis por la ciudad más grande al otro lado de la ría, Pepintxo es un reconocido restaurante vegetariano, escondido en una callejuela de Barakaldo.

Allí que me presenté a las tres y media pasadas, y viendo la hora, decidí preguntar si aún servían comidas. Afirmativo y sonrisa del camarero, ¡perfecto! Me acompaña al comedor, de unas 10-12 mesas,  con una única ocupada por un hombre que no come, sino que lee el periódico.

Se acerca de nuevo el camarero a cantarme los platos del día, de los cuales fui eligiendo por bloque: entrante, ensalada de setas, una ensalada de mil colores que formaban la lechuga, zanahoria, lombarda, cebolla roja, maíz, tomate... y un revuelto de setas en el centro. Si os digo la verdad, cuando lo ví, no me resultó de lo más atractivo el revuelto, pero todo junto tenia muy buen sabor. El primero fue una sopa de cebolla, puerro y calabaza. O eso creía yo. Cuando llegó el cuenco, el interior me pareció muy espeso para ser sopa, y al meter la cuchara, efectivamente, era más bien una crema (odio las cremas y purés). En ese momento me vino a la cabeza la imagen de mi madre diciendo "es de mala educación dejar comida en el plato", así que obediente a mi madre virtual, me comí todo el cuenco. Menos mal que el sabor, era suave, fino, con un toque marcado a cebolla frita. Para terminar, pimientos rellenos de setas en salsa de choricero. Sí, más setas, soy adicta, LO RECONOZCO. Tres pimientos que sirvieron en cazuela de hierro fundido, el único material que aguanta semejante calor... ¡menuda manera de echar humo! La bechamel era fina, cremosa, con trozos de setas, como debe ser, que se vea y reconozca el relleno. Qué manía tienen en otros restaurantes con triturar el relleno. 

Mientras esperaba que me retiraran la cazuela, al otro lado de la puerta, el cocinero subió el volumen del reproductor de música que tendria en la cocina, y empezó a sonar Rihanna a todo volumen. Toma ya, este tio me gusta. Viene el camarero, elijo el yogur natural (y casero), y cuando me lo trae, es "All the single ladies" de Beyoncé. Esto es una indirecta, claramente. Termino el yogur, cremoso, y con un sabor más fuerte que los envasados, y mientras espero que se acerque alguien, aparece el cocinero, el cual me pregunta por la comida. Oye, pues que me ha encantado. Pena de haber estado sola. Bueno, estaba Rihanna. Y Beyoncé. No está nada mal para ser Barakaldo.


PEPINTXO
www.pepintxo.com
C/ Castilla la mancha, 21. Barakaldo.

Pena de calle tan sombría y a desmano. Pena de una entrada nada atractiva. Pena que no se conozca más este restaurante vegetariano en Barakaldo, que nada tiene que ver con los de Bilbao, y menos ahora que Lu'um ha cerrado (ooooooooohhhhhhhhh, maldita crisis).
Tanto el camarero que me atendió, como el que me cobró, como el cocinero, fueron encantadores, haciendome sentir que no estaba sola, a pesar de no haber ni un alma, normal, viendo las horas que eran. La comida, preparada con mimo y cuidado, con una amplia oferta para un menú del día, que más de uno y de dos, podian apuntarse. Espero tener que quedarme más veces a comer por Barakaldo, solo por volver a Pepintxo.

Gracias Maria. 

Menú del día compuesto de tres platos, postre y botella de agua de 1l, 12€








viernes, 17 de mayo de 2013

Madrid 1: Bocata de calamares

Cuando salgo por Bilbao un fin de semana, lo normal es ir de pinchos antes de salir de fiesta hasta el amanecer. Bueno, o hasta que abre el metro si te pilla en viernes. El caso es que en Madrid, lo de los pinchos puede estar bien, pero mejor es algo más "madrileño" como comerte un bocata de calamares en la plaza Mayor. 

Y qué mejor que ir acompañada del más guapo, el más alto, el más listo y el chico más mejor de todo el mundo, mi hermano. Ya hemos probado varios sitios, y esta vez le pedí que me llevara al que más le gustaba a él: sabía que así me llevaría al mejor, menudo fino que es mi hermano... Y ese sitio es "La Ideal" en una de las salidas de la plaza Mayor, un local diminuto, con unos cuatro o cinco camareros apelotonados tras la barra que ni evantan la cabeza, sólo sacan bocadillos a la velocidad de la luz. 

Con 20 grados a las nueve de la noche, (vamos igualito que en Bilbao) pedimos nuiestros bocadillos, y nos fuimos a la calle a comerlo. Un bollo de pan reciente, lleno de aros de calamar con un rebozado suave sin exceso de aceite. Nos comimos tan contentos el  bocata, con un botellin de agua (vital), y la verdad es que es de los mejores que he probado, al lado está La Campana, donde no vuelvo, la última vez, el bocata sabia a pescado revenido y aceite refrito puaj. 


LA IDEAL
C/ De las Botoneras, 4. Madrid

Hay un montón de sitios que den bocatas de calamares en Madrid, pero si soy de paladar sensible, tened cuidado, que en mucho el aceite casi está evaporado de lo mucho que lo han usado. Una de las opciones seguras es La Ideal, en pleno centro madrileño, al ladito de la plaza Mayor. ¿Que no es el mejor? Puede que no, pero por 2,70€ yo, repito.





jueves, 16 de mayo de 2013

Neverseconds

Hoy una entrada rápida sobre algo que me acabo de acordar. He escrito sobre la escuela de hosteleria de Artxanda, la que espero que siga formando a mucha gente, y que me encantaria que les dieran clases de marketing a los alumnos (y si ya lo hacen, lo dicho, que den clases de marketing). Sugerencias aparte, me he acordado de los heridos en la escuela de hosteleria de Leioa, los cuales espero que ya estén recuperados del todo y sin secuelas. 

Y pensando en esos alumnos, en los que están al otro lado y comen en comedores todos los días, en los enanos que se quedan a comer en el cole, en mis entradas sobre el comedor/cafeteria de Sarriko, me he acordado de Martha Payne, una niña que un día le dió por hacer lo que a muchos nos hubiera encantado en nustros buenos tiempos. Matizo, el que no haya sufrido la comida de un comedor de colegio, no sabe lo que digo. Yo creo que después de comer allí años, soy inmune a todo, como una vacuna, chica. Pues eso, que un blog en inglés, que merece la pena seguir, por cómo empezó, por las zancadillas que le ponen a la pobre en el cole, y por el proyecto que hay detrás. 


miércoles, 15 de mayo de 2013

Cuando el Urdaibai es tu oficina

Hay ocasiones en el que el trabajo, los jefes, los no jefes, y demás acaban crispándote los nervios, y deseando pegarles un grito a todos. Pero hay otras ocasiones en las que te alegras enromemente del trabajo, e incluso esos días menos buenos, se olvidan. Eso mismo es lo que nos ha pasado estos días, que aunque estuviésemos hasta arriba de reuniones, de viajes de trabajo, y petardos por doquier, trabajar en la zona del Urdaibai, hace que todos los males desaparezcan.

Si aun no conocéis la zona del Urdaibai, espero que en cuanto salga un día soleado os paséis por alli, y luego, me contáis. Se trata de una zona declarada reserva de la biosfera por la UNESCO hace 29 años, por su gran riqueza ecológica. Vamos un pequeño paraíso en el País Vasco. Y en este pedazo de lugar, es donde he andado estos últimos días, una zona maravillosa para disfrutar y desconectar, tanto, que en muchos lugares perdía la cobertura, el 3G y hasta el ipod dejaba de funcionar, cosas, que agradezco de vez en cuando.

Terminada ya nuestra visita técnica, T nos propuso ir a tomar algo a un bar llamado Atxarre, cerca de la playa de Laida. Pues nada, ahí que nos fuimos las tres, con ganas de sentarnos y disfrutar del sol. A pesar de ser un local que parece estar en medio de la nada, tenia unas cuantas mesas dispuestas en la terraza, un par de ellas ocupadas por los parroquianos del pueblo, que estaban ensimismados con la partida (de mus, supongo). Dentro, una barra increíble de pinchos, y otro grupo (esta vez más jóvenes) de lo que parecían pescadores/vecinos de la zona. Nos centramos en los pinchos, y al pedirle al camarero los que queríamos, éste nos ofreció un plato para que nosotras mismas nos sirviéramos. Bonito desmigado con cebolleta y piparras para T; mini croissant de lechuga, jamón york y mezcla de chatka y mayonesa para I; y para mi, un panecillo de semillas con tomate seco, anchoas, queso y pimiento verde. Tres pinchos sencillos, pero con gracia y sabor, ingredientes del día, y pan en su punto. Era última hora de la tarde, y seguían sacando nuevos pinchos, y ninguno de los nuestros tenia pinta de llevar mucho tiempo expuesto.

Cuando estábamos terminando, T e I divisaron una bandeja llena de bollos de mantequilla, croissants, pasteles de arroz... ¡y palmeras enooormes de chocolate! Así, que nada, pedimos un par de ellas (por la dieta, hay que cuidarse...jajaja), y mano a mano entre las tres, viendo atardecer, decidimos que ése debía ser nuestra oficina. (Nunca dejes de soñar)


ATXARRE

No me esperaba que Atxarre tuviera web. Y menos aun que fuera una web tan completa, sencilla, pero muy completa y con la información clara, y bien ordenada. Tan tan tan bien, que hasta se han tomado la molestia de poner coordenadas para el GPS, cómo llegar en coche, taxi, autobús y ¡ferry! Vamos, solo por esto, a mi ya me han conquistado (como diría Itzi, @miotraella, soy muy facilona).
Me quedé gratamente sorprendida por la barra de pinchos, y viendo la web, creo que este verano, me pasaré por alli a comer. (recordad, la primavera en el Pais Vasco, no existe, son los padres, pasamos del invierno al verano y luego invierno otra vez)
Merece la pena ir estos días medio soleados, pasear, disfrutar del paisaje, del no ruido, de la ausencia de coches, y de buena gastronomía. Y el resto del año, pues también merece la pena ir, ¡claro!

Tres pinchos, dos botellines de agua y un kas de limón, menos de 8€; las dos palmeras, creo que no llegaron a tres eurillos.







viernes, 10 de mayo de 2013

"Qé" pena de anuncio

De verdad que hay publicistas que deberían replantearse la profesión. Eso, o que de verdad, tienen un humor y unos recursos mas bien raros y escasos en primer y segundo lugar. ¿De verdad no hay nada más que la posibilidad de recurrir al "OLA K ASE" y a recursos con connotaciones sexuales? En fin, ahí dejo la pregunta...



miércoles, 8 de mayo de 2013

El obrador de Bilbao: visita en dos fases

Desde que he puesto mi perfil público en Instagram, no dejo de subir fotos de comida de forma compulsiva. Chica, ¡que me he enganchado! No teniamos poco con el blog, dos trabajos, tres facebooks, un twitter y una vida social que mantener, que ahora se suma Instagram. 

El caso es que iba yo con I de camino a un trabajo en Bilbao, andando las dos a paso ligero, hasta que me di cuenta de que cuando voy con I, siempre llegamos pronto a los sitios. Y la ventaja que tiene, es que asi nos da tiempo a tomarnos un café y reirnos un rato antes de una reunión. 

Esta vez, fuimos al "Obrador de Bilbao" un local nuevo en la calle general Concha, sin llegar a Alameda San Mamés. Un concepto muy de moda últimamente, se trata de una pastelería-obrador (¿¿a que no os lo esperabais??) donde además de bollería dulce hay una buena oferta de cafés, zumos, o pastelería en salado, algo que los menos golosos como yo, agradecemos enormemente.

Yo pedí un cortado descafeinado, e I, un té, a lo que el camarero respondió:

 -"¿Alguno en especial?"
-"Me da lo mismo, la verdad"-I es de buen conformar
-"Te recomiendo el Pakistaní, esta buenisimo, y si no te gusta, ya te lo cambio"- Recomendación del amable camarero
-"Ah, perfecto!"
-"Oye, ¿y mi café no tiene nacionalidad?"-chica, me dio envidia!
(Ataque de risa de I y del camarero)
-"¡Claro, seguro que es de Colombia"

Bueno, no es muy exótico, pero al menos nos reímos un rato los tres. Junto con el té Pakistaní, y mi café local (sería Baqué, o Fortaleza, ¡fijo!), pedí una porción de brownie de chocolate, que más que un brownie era un bizcocho, muy bueno, pero un bizcocho. 






Unos días más tarde, mientras esperábamos a T para otra reunión, volvimos al local. El camarero tan guapo, digo que atendía tan bien, el local y la oferta de zumos fueron razones suficientes para que I y yo subiéramos hasta el numero 24 de la calle General Concha. Esta vez, y con el día de calor infernal que hacía en Bilbao (#EuskadiTropical), las dos pasamos de las bebidas calientes, y nos fuimos de cabeza a por un zumo: tomate, naranja y zanahoria. La verdad es que nunca había probado esa combinación, y no esperaba encontrarme un zumo bifásico que había que remover cada dos por tres para que se mezclase. Pero oye, que estaba la mar de bueno. ¿La pena de este segundo día? Que el super camarero no estaba ("OOOOOOOOOHHHHHHHHHHHH!!!!")







EL OBRADOR DE BILBAO
C/ General Concha 26, Bilbao

Una amplia oferta de panes, pasteles y bollería tanto dulce como salada. No sé si hacen varias hornadas o es todo por la mañana, pero desde luego por la tarde, cuando fui las dos veces, todo tenia una muy buena pinta. 
Quizás lo que menos me gusta es su ubicación, a desmano del metro, de autobuses, y del centro de Bilbao, lo que hace que al estar tan a desmano, no pueda ir tanto como quisiera. La atención de los dos camareros que nos atendieron fue perfecta, e incluso, un detalle con el precio del zumo: la camarera nos cobró algo menos de lo que marcaba la pizarra, ya que los vasos en los que nos lo sirvió eran algo más pequeño que lo que cundía el zumo. ¡Detallazo! 







martes, 7 de mayo de 2013

And the winner is...

AND THE WINNER IS...



Muchísimas gracias a todos por vuestros comentarios, y guiños en facebook. Espero que este sea el primero de muchas oportunidades para que pueda ofreceros más sorteos y que podáis participar todos.
Gracias a Marisgalicia por la iniciativa, y ¡enhorabuena Tania!

domingo, 5 de mayo de 2013

Para ti, mamá.

Ya se va acabando el día. No he querido escribir antes, por que así lo he pasado contigo. Riendo del regalo sorpresa, risas viendo la tele, viendo a tu marido hacer bromas. Un día más contigo. Contigo mamá, la que es capaz de aparecer en casa con ese paquete de galletas que nos encanta; a que venia de trabajar de noches, y nos levantaba, preparada y llevaba al colé; la que metió horas y horas para que A y yo fueramos dos niños con todo lo que uno puede soñar; la que se pone a cocinar a cualquier hora por preparar los tuppers a sus hijos; la que llama allí donde esté para decirte que ha visto algo especial para su hija; la que adivinó que la ingeniería, y la cocina, no eran para mí.

Para ti, por que eres la mejor madre y la mejor persona del mundo.

jueves, 2 de mayo de 2013

¡Sorteo Mariscada!

Hoy estamos que lo tiramos señoreeeeess! En vez de uno, ¡dos! posts, y encima, el segundo con premio:

¿Quieres invitar a la churri, a ese chico que te vuelve loca, a tu madre, a tu padre o a tu mejor amigo a una mariscada? Marisgalicia regala una mariscada, que sortearé entre vosotros. ¿Qué hay que hacer?

1. Hazte fan de "The Black city" en Facebook
comparte la foto y deja un comentario (más que nada para saber quién eres!)

2. Deja un comentario junto con tu
 nombre y mail en este post.


Con que hagáis una de las dos cosas, es suficiente. El martes, día 7 a través de sortea2.com daré el resultado a las 23h00 en facebook y en el blog.

¡Buena suerte a todos!


Bistró, museo y la mejor madre del mundo

Hace unos días que mi madre cumplió un añito más. Pero para mi hermano y para mí, se quedó en los 48. No sabemos por qué razón, pero nos parece que desde ese año, no cambia, no envejece a la misma velocidad que nosotros. Cosas de madres, o cosas de hijos. El caso es que mi querido hermanito se vino  de Madrid sólo por comer con nosotros, y celebrar los cuatro ese cumpleaños.

Después de quedarnos sin sitio en uno de los restaurantes que mi querida madre eligió, arreglé la chapuza reservando en Bistró Guggenheim. Evidentemente se alejaba mucho muchísimo de la primera opción, pero no pintaba mal. 

Nos sentaron en una mesa redonda, enorme, como para 6-8 personas, así que mi padre, con una sonrisa inmensa, se estiraba intentando acercar la botella de agua que nos habían traído. Al tercer acercamiento ya no lo hizo tanta gracia... Formales los cuatro, decidimos probar el menú degustación que por 32€+iva no pintaba nada mal:


1. Terrina de txangurro tibia, puré de coliflor, hinojo confitado y aliño de hierbas
Creo que ya he contado por aquí que mi padre es un artista en la cocina, y lo mismo prepara carnes, pescados, verduras que mariscos. Entre ello, txangurro a la donostiarra, con trozos de txangurro lo más grandes posibles, y un sabor increible con las verduritas pochadas. Esto hace que mi listón esté muy muy alto respecto a lo que espero de cualquier plato con txangurro. Cuando nos trajeron el entrante, estaba expectante por ver cómo seria, y la presentación, desde luego que no defraudó. El primer bocado, cremoso, con trozos reconocibles de txangurro, un agradable sabor, y con fuerza. Pero el segundo, oh my god! (como diría mi madre imitando a los americanos del canal Divinity) ¿¿eso es txaka?? Vaya, supongo que utilizarán este ingrediente para darle cuerpo, o cantidad, o por el precio del menú, pero vaya, con lo bueno que estaba, no me hubiera importado menos cantidad en la ración, pero sin el sucedáneo de cangrejo.





2. Tomate de mata relleno de chipirón, con arroz negro y queso idiazábal.
No soy muy fan de los arroces (cuando lea esto P, me mata), pero cuando uno está bueno, chica, me vuelvo loca. Y en este caso, se trataba de un tomate pelado, terso, vaciado de semillas y sustituido por trocitos de chipirón, en su punto. Y todo acompañado de un arroz negro de un color intenso, cremoso que se mezclaba con el queso fundido. Vamos, una delicia, incluso para mí, que no suelo comer casi arroz.





3. Cordero asado y deshuesado, crema de cebolla, garbanzos fritos y especiados.
La comida iba mejorando plato a plato, las cantidades eran hermosas y contundentes, pero al servirnos el cordero, los cuatro hicimos un hueco más. Un plato que a la vista parecia un postre: brownie con crema pastelera y avellanas se podia haver llamado tranquilamente. Pero no, era un bloque de cordero deshuesado de sabor intenso, acompañado de una crema de cebolla que tenia pinta de haberse pochado mucho antes, dándole ese sabor dulce que con los garbanzos crujientes, acabamos comiéndonos sin decir ni mú.





4. Torrija empapada en yemas de huevo y nata caramelizada en la sartén con helado de queso.
El menú nos estaba encantando, mi madre feliz, que es de lo que se trataba, que para eso era su cumple. Pero faltaba el postre, el cual, evidentemente SIEMPRE te comes, que para eso va a un estómago aparte. 
Y nos trajeron el postre estrella en todas las cartas últimamente: torrija. Si antes los restaurantes nos saturaron con el "volcán de chocolate", ahora (menos mal) miran recetas de toda la vida, renovándolas, y la verdad, yo, lo aplaudo, por que oye, donde esté una torrija bien hecha, que se quiten los volcanes.






BISTRÓ GUGGENHEIM
Avda Abandoibarra, 2. Bilbao 

Pensé que sería un menú degustación de esos de plato enorme, y cantidades mínimas, y me equivoqué. Luego pensé que por 32€+iva o el menú iba a ser escaso y pobre, o el servicio nos iba a dar la comida... y de nuevo me equivoqué. 
Así como los precios a la carta me resultaron algo excesivos, el menú degustación creo que es más bien barato, contando con que en la villa tenemos ciertos restaurantes con menús del día por 22€+iva, y desde luego, con menos cantidad que este menú. 
El servicio fue muy amable, atento y profesional, acercando los platos en bandeja de madera, lo que hacia que los cuatro fueramos servidos a la vez, todo un detallazo. Además de eso, en cada plato, una de las tres camareras, nos explicaba qué tenia, o en qué consistia, e incluso nos sonreia para preguntarnos si todo estaba bien. 
Un sitio muy agradable, moderno, con cocina tradicional, toques modernos, y algún plato de vanguardia, perfecto para turistas y locales.

Menú degustación para celebrar por todo lo alto el cumple de la matriarca, 32€+iva.