jueves, 30 de enero de 2014

Para ti, T, por arreglar el mundo conmigo desde El Globo.

Hace ya unos mesecitos que escribí sobre el pincho de txangurro de El Globo. Así como que fue en febrero 2012, vamos, antes de ayer. Y tiene gracia, por aquél entonces, le dediqué el post (éste) a mi querida I (sí, lo consiguió, ¡su proyecto salió adelante!), y esta vez, volvemos al mismo lugar de partida, volvemos a El Globo, pero no es I, sino T a quien dedico este post.

Las cosas están complicadas en cualqueir sector, qué decir que encontrar trabajo es jodido hoy en día (disculpad la expresión, pero no se me ocurre otra palabra que lo defina mejor). Y ella, T, es una luchadora, no sólo por su sueño personal, que poco a poco va consiguiendo, sino por ser capaz de decir bien alto y claro aquello que no le gusta, aquello que cree injusto, y pelea como nadie por sus derechos, por los que le quedan al menos. 
Si me permitís, seguiré esta carta dirigiéndome a ella, seguro que se rie, y luego me dice eso de "estás fatal rubia!"

Ole tú, ole tu fuerza, y ole ese ímpetu por decir las cosas claritas, y sin acobardarte. Porque (déjalo, jamás lograré escribirlos bien!) alucino cuando de repente, parece que ya no puedes más, que estás cansada, y sin más, como el ave Fénix, sacas fuerzas de la nada, y nos impulsas a todos los que tienes cerca. Que son muchos. Somos muchos los que estamos feliz a tu lado, somos muchos los que te admiramos y queremos, y que sabemos que vales mucho, tanto, que a tus superiores no les da para entender la suerte que tienen de tenerte en su equipo. Porque (sí, ya van dos, en serio, ni te molestes...jajaja) nunca han tenido a alguien como tu, con tu capacidad de trabajo, dedicación y esfuerzo. Pero un día lo verán, ¿la pena? que para ellos será tarde, tú habrás volado, estoy segura.
Pekenia, que I y yo estamos a tu lado, como todos los que te conocemos, que cuando estés de bajón, piensa que puedes apoyarte para volver a coger impulso y volar, lejos, muy lejos, to the moon and back, three times. 

Por las risas, por lo que nos une, por la amistad, por esos pinchos a media mañana antes de comer, por las discusiones que acaban en un "ale, pues que te den! pero te quiero mazo!", por las escapadas a la Cantabria no tan profunda, por ese dúo de tiburones, por ti, te quiero.

No hay nada mejor que intentar arreglar el mundo acompañada de una buena amiga, y de un pincho de txangurro en El Globo, os lo recomiendo.





lunes, 20 de enero de 2014

Crêpes de nutella para uno. (y sin trucos)

Sospecho que mi hermano trabaja en un bazar chino en Madrid. Él dice que trabaja en una empresa importante, una multinacional con distribución mundial, y unas oficinas de infarto. Pero no me lo creo, porque, a ver, lo mismo aparece un día con un lote de cremas, otro con una maleta, al mes siguiente con una paletilla (¡UN JAMÓN!), y un día cualquiera, con una cesta con productos de lo más dispares, entre ellos, un preparado para crêpes. En realidad, mi hermano es un artista, que trabaja en una empresa genial, con unos compis encantadores, tan estupendo es su curro, ¡que le relagan cosas perfectas para mi blog! Así que un domingo se me antojaron unos crêpes: uy, voy a intentarlo con el preparado ese.

Intento 1: sigo las instrucciones al pie de la letra. Mezclo con agua en la proporción indicada, tengo una crema, una masa. Pongo la sartén, vierto el primer cazo con la masa.... ¡¿qué leches le pasa a la sartén?! Se empieza a pegar la masa a la sartén, no entiendo nada. Vaya, ¿será la sartén?

Intento 2: Cambio de sartén, le pongo otro cazo del preparado este. Bien, espero que salgan las burbujitas para darle la vuelta... ¿¿Otra vez?? Ale, otro crêpe a la basura. Pues va a ser que no es la sartén, ¿será la masa?

Intento 3: Le pongo un poco de aceite a la masa, quizás es esa la razón por la que se pega... Pues no. OOOOOtra vez que tengo que tirar el revuelto asqueroso y quemado.

Evidentemente, le he dado tres oportunidades, así que vamos a pasar al plan B. Crêpes de toda la vida, sin preparados industriales, con su leche, huevos, harina, aceite. Y aunque tengo una receta bajo la manga que he usado desde hace años, revolviendo por internet me topé con "Recetas para uno", un blog genial, perfecto para torpes como yo, que cenamos solitos, o preparamos crêpes para moi.

Y aquí mi versión de los crêpes para uno: 
-3 cucharadas soperas de harina.
-1 huevo
-1 vaso de leche (quizás no lo uses todo)
-una pizca de sal
-una pizca de azúcar
-media cucharadita de café de aceite.
-mantequilla, nutella, fresas, nata, siropes varios, mermelada.... para el desayuno.
-pollo, huevo frito/cocido, queso, jamón serrano, york, ensalada... para comer o cenar.

¿Y con esto qué hacemos?
Sacamos la batidora, mezclamos el huevo, la harina, y unos tres cuartos del vaso de leche. Ale, a darle con garbo, un buen rato, hasta que esté todo mezclado, y sin grumos. Quedará como una crema, líquida. A diferencia de las tortitas, que al llevar levadura, es mejor que repose 24 horas, la masa de los crêpes podeis usarlo al momento. 
Calentamos la sartén, con un poquito de aceite o mantequilla, al gusto, y un cazo de la masa, lo repartimos por la sartén, y cuando empiecen a salir burbujitas, le damos la vuelta. Un poco más, que se dore por el otro lado, y ¡al plato!
Y aquí, es donde teneis que dejar volar vuestros gustos: en dulce, a mi me gusta con caramelo o chocolate y nata, y con fruta fresca. En salado, con un queso crema, espárragos verdes y salmón ahumado; guacamole y pollo; o como proponen en "Delicias boca", con un huevo, jamón serrano y lechuga. 


Never more. 

¡Tachán! No han quedado mal, ¿no? 
Con una receta para uno, nutella, azúcar glas y fresas.

sábado, 18 de enero de 2014

Hamburguesas en "Hot dog's house"

Yaaaaa, ya lo sé, os tengo abandonaditos. Este mes, está siendo complicado, y sin tiempo para sentarme tranquila un momento y ponerme a escribir. Se me están acumulando las fotos, los restaurantes, las anécdotas... pero no os preocupéis está todo ordenadito, y esperando a terminar de editar para publicar. 

Sin embargo, este mes J me ha sacado de casa unas cuantas veces para que desconectase un poco. A decir verdad, es él el que está eligiendo últimamente los sitios donde cenamos, vamos que estoy en un plan vago, hasta para decidir dónde cenar, y eso nos lleva a que J elija ciertos lugares en función del postre: "A ver ¿dónde cenamos hoy?" "Uy, me apetecen las tortitas del Hot dog's house!"

Dicho y hecho. Nos acercamos hasta el local situado en Alameda San Mamés, y esta vez, para no variar, pedimos las patatas de maíz, sin duda, para mi son las mejores patatas fritas, asi que para romper la tradición, en vez del hot dog, pedí una hamburguesa de carne de buey. Si es queeeee vivo al limite, pido hamburguesas en un local de hot dogs. Este es un tipo de restaurante donde el producto es totalmente adaptado al cliente: tú decides qué salchicha quieres en el hot dog, qué tipo de carne en la hamburguesa, si va con pepinillo, cebolla, queso o cualquier otro ingrediente. Una hamburguesa jugosa, en su punto, y como si la hiciera en casa, poniendole todo tipo de cosas, convirtiendola en imposible de comer sin desparramarla por el plato. Y ahora llega la razón por la que fuimos a "Hot dog's house": ¡sus tortitas! Yo casi nunca llego a pedirlas, me pongo morada a patatas, y sin ganas de postre, y añadiendo que soy más de salado que de dulce... pues eso, que siempre pico de la de J, con chocolate y nata.


HOT DOG'S HOUSE
Alameda San Mamés, 34. Bilbao.

Un sitio que siempre está a tope, vamos yo voto por que compren el local de al lado, o que abran otro, ¡siempre está a tope! Los chicos que están tras la barra son super atentos, según entras, te saludan y te toman nota, no son nada pesados y siempre te preguntan si está todo bien. Un pequeño negocio, que se ha hecho un hueco entre tranta franquicia impersonal, apostando por productos locales (os juro que casi lloro cuando vi que la lechuga, era LECHUGA y no Florette), o con productores como Thate para las salchichas. Indispensable ir, sólo por probar las patatas de maíz, en serio, ¡son brutales!






miércoles, 15 de enero de 2014

Un señor de Bilbao, vuelve en 2014.

Salir con J es sinónimo de risas. Es quedar con él, y no saber ni dónde vamos a ir, ni dónde tomar algo, y mucho menos dónde cenar. Primer sábado de 2014, y los dos, quedamos para ir a dar una vuelta por Bilbao, ver cómo le ha sentado a nuestra ciudad el nuevo año, y de paso, comer algún pincho. 

De rebote, y sin saber, acabamos pasando por Pozas, delante del Okela "no, aqui, no. Desde que reformaron el bar, la cocina no es lo mismo", y acabamos de rebote (again) en Gaztandegi, el original, el de García Rivero, que aunque estos dueños no preparan el mítico volován de queso que comía de pequeña, la barra sigue siendo una perdición. Eran casi las nueve y media y a J se le ocurrió ir a cenar a "Un señor de Bilbao", un sitio que le gusta mucho. Fuimos a reservar mesa, y allí nos atendió un chico muy amable, al que le dijimos que vendríamos en media hora. Uy, media hora. "¿Y ahora dónde vamos? Vamos al "Joserra" a comer un pincho, que seguro que te gusta, y no lo has puesto en tu blog." En particular de Indautxu hay un montón de bares, pero sin duda el "Joserra" es el que más solera tiene, unos camareros entraditos en años, súper amables, eficientes, con chalecos de punto azul marino, y unos pinchos de morir. Los champis recién hechos, las tortillas que desfilan sin apenas dar tiempo a apoyar el plato, los de jamón... en fin, tercer zurito, carcajadas con las genialidades de J, casi me caigo de la silla del ataque de risa, y una reserva para cenar que nos esperaba.

Al llegar a "Un señor de Bilbao", nos acomodaron en la planta de abajo, estaba todo lleno al completo, eso de la cuesta de enero, debe ser solo para unos pocos que no nos da la vida. Al leer la carta, supimos que íbamos a pedir un menú ya preparado, y yendo con J, es inevitable que ése sea el "Menú chuletón" que también nosotros somos unos fenómenos, después de ponernos morados a pinchos y zuritos, ahora nos queremos cenar un menú chuletón. Semos asín. 

De aperitivo, cuatro croquetas como bolas de hockey, que no pude terminar, y J acabó comiendose una de las mías. Tras el aperitivo, el foie de la casa, dos lonchitas finas (demasiado para poder apreciarlo bien) con muuchos panecitos tostados, un detalle que pongan los suficientes como para no tener que andar pidiendo más al camarero. La verdad es que nos encanta el foie a los dos, cada vez que voy a Francia a trabajar, traigo unos cuantos tarros de mi-cuit, que resulta que cerca de mi ofi francesa hay una granja de patos. #soyunasuertuda 
Aquí ya las risas llenaban la cena, no recuerdo de qué hablábamos, solo que nos moriamos de la risa. Quizás de ver que estabamos ya a reventar, y todavía nos quedaba la ensalada, el chuletón y el postre. Si es que no podemos irnos de pinchos antes de cenar. Apareció la ensalada de tomate, con bonito y cebolleta, refrescante, algo picante por la cebolla, y con unas lascas hermosas de bonito. Agradecimos este parón en el menú, justo antes del chuletón. A ver, yo me esperaba un chuletón con hueso, y dos dedos de grosor, de hecho me estaba entrando sudores fríos sólo de pensar la que se nos venía. Menos mal, que era algo más pequeño de lo que nos esperábamos, laminado, y con un buen puñado de lascas de sal. Tierna, sabrosa, y en su punto, es decir, más bien cruda. No sé exactamente cómo debe ser un "chuletón" quizás asocio esa palabra a una pieza algo más grande, y me alegro de que esta vez no fuera tan grande. 

Conseguimos acabar con la carne, las patatas y los pimientos se libraron (por esta vez), pero cuando llegó el postre... nos dio por reinos otra vez: coulant de chocolate con crema de vainilla, y bola de helado. MA-TA-ME camión. Pues nada, ataqué como pude, me comí la mitad del coulant pero imposible acabarlo. Pedimos la nota, y ¡oh sorpresa! J pidió una copa de vino ribera del Duero Semele, por 3,85€, chica, cómo están los vinos.


UN SEÑOR DE BILBAO
Particular de Indautxu.

Un restaurante modernito, con ese toque urbano y chic que tanto está de moda, y que ellos han sabido adaptar a Bilbao. Tengo un amigo que cada vez que le llevo me dice que el local está a medio terminar, pero chica, a mi me encanta. La carta no es muy extensa, lo justo con los platos necesarios y con una buena selección. Igualmente, unos cuantos menús (el de navidad estuvo muy bien), a buen precio, entre ellos, el menú chuletón, de 36€ iva incluido, que comimos los dos, más una botella de agua por 2,75€ y la copa de J, de 3,85€. 
Por cierto, el local, a rebosar, y los tres pobres camareros, que no daban a basto, sin quitar la sonrisa de la cara, ¡bravo!







viernes, 10 de enero de 2014

Para el 2014.

Mis eneros son terroríficos, siempre me toca alguna revisión de médico que puse como 8 meses atrás, en plan "baaaah en enero no tengo nada"; siempre tengo alguna asignatura de la uni de esas que todo el mundo aprueba y que yo, cual lerda voy a cuarta convocatoria; siempre acabo con kilos de más, no por las navidades, sino por asentar mi culo en una silla para los malditos exámenes esos a los que voy a cuarta. Así que he intentado hacer honor al 2014, con 14 cosas que me encantaria cumplir este año, y que si no llego, tampoco me preocupa, el 15 está a menos de 355 días. 


  1. Hablar más a menudo con mi hermano
  2. Dedicarle más tiempo a mis padres y a J.
  3. Dedicarme más tiempo a moi, tranquilizarme y controlar la ansiedad del "no me da la vidaaaa!"
  4. Ver a mis enanos preferidos, a los cuatro.
  5. Viajar
  6. Acabar la carrera (la segunda, que parece que soy sadomasoquista y vuelvo a la UPV again and again)
  7. Dejar el trabajo: sí señores, a día de hoy, y con 6 millones de parados, servidora no quiere renovar su contrato que acaba en unos meses, para dedicarse a un proyecto personal. 
  8. Seguir con el blog, hasta que no dé para más.
  9. Ir a Mugaritz
  10. Celebrar por todo lo alto los 27+3 aunque esté en plan depresión treintañera.
  11. Organizar mi tiempo de trabajo para dedicarselo más a mis amigos
  12. Volver al gim. Volver a andar en bici, en patines de quad y a volar la cometa.
  13. Aprender a hacer kitesurf con J.
  14. Hacer todas esas llamadas de "esta semana te llamo", y esas visitas de "esta semana nos vemos"
Bonus track válido para todos los años de mi vida: *reirme de todo y de nada, ser feliz.

Y Levantar la vista al cielo todos los días, mirar y observar. Pararme a disfrutar de un amanecer.
Foto, instagram, @theblackcity27



martes, 7 de enero de 2014

Cocacola. Zero. Y sin cafeína. #fail

Dicen que hacer la compra en el súper es la leche. NO lo sé, desde que tenemos grupo familiar de whatsapp (véase, madre padre e hijos), hacemos la compra vía móvil: nosotros pedimos y el bueno de mi padre compra. La verdad es que resulta la mar de divertido andar pidiendo cosas y ver cómo otro te contesta a gritos desde la otra habitación "yo jamón york no quierooooooooo!!!". En la última compra, mi querida madre pidió algo que a simple vista parecía sencillo:

Grupo whatsapp:
Madre: "Oye, compra cocacolas"
Padre: "¿De cuales?"
Madre: "La zero"
Yo: "Trae normales y zero, por si acaso..."

¿Sencillo verdad? Pues con la zero, light, limón, sin cafeína, botella, botellita, lata, packs... parece que no teníamos suficiente, cuando aparece mi padre con una nueva vuelta de tuerca de los responsables de marketing de Cocacola. Sin comentarios. Me imagino a mi padre hasta las narices de nosotros, comprando lo primero que pilló.

Por cierto, ¡feliz 2014!

Agua marrón con gas. #fail