viernes, 25 de enero de 2013

Ruta (por completar) de pintxos en Bilbao

Desde luego, cualquier le pide a los Anónimos que se identifiquen, cuando la primera que se oculta tras el #mistery soy yo. Así que a petición de un amable lector, hoy, un post de los bares de pintxos que recomiendo de Bilbao. Desde ya os digo que faltan un montón, que lo más seguro es que muchos no estéis de acuerdo con alguno, que creáis que faltan (y con razón) otros tantos...pero es sólo una pequeña guía que estaría bien que me ayudaseis a completar con vuestros comentarios! :)

Va por tí, querido Anónimo! 


Casco viejo
Las siete calles se han convertido en unas cuantas más donde poder comer unos pintxos #rikoriko como diria Eneko. Sin duda, una buena ruta es dar la vuelta bar a bar, de la plaza nueva, parar a comer una pelota de jamón y huevo, unas gildas, rabas, o cualquier pintxo maravilloso.

-Baste (C/María Muñoz, 6)
Aqui, parada obligatoria para comer un mejillón relleno. ¡Soy adicta!

-Sabigain (C/ Barrencalle Barrena, 16).
Un local con solera, con entrañables asiduos pegados a la barra y a un vaso de txikito. Una pulga de jamón recién cortado, o si os quedais con ganas, ¡un plato entero!

-Gatz (C/ Santa María, 10)
Variedad de pinchos, pero sin duda, me quedo con los que tiene bacalao, los bordan.

-Irrintzi (C/ Santa María, 8)
Pintxos de vanguardia, con color, volúmen, vamos, imposible decidirse por uno!

-Victor Montes (Plaza Nueva, 8)
Un bar con historia, que merece la pena ir a visitar, probar sus pinchos, y si hay tiempo, quedarse a comer. Un lujazo poder degustarlos sentado en la plaza Nueva.


Ledesma
Desde que peatonalizaron la calle, se ha convertido en un lugar de encuentro donde disfrutar al aire libre de un vino, unos pintxos y de la compañía de amigos y compañeros de trabajo.

-Iruña (C/ Berastegui, 4)
Junto con La Granja, un local donde poder disfrutar de la historia de la villa bilbaina, mientras disfrutas de algo tan distinto a la gastronomia vasca como es los pinchos morunos. ALgo típico, los serranitos, ¡buenísimos!

-Taberna taurina (C/ Ledesma, 5)
Este sí que tiene solera, la decoración es auténtica, como los bocadillos de tortilla, francesa, o de patatas. 

-Artajo (C/ Ledesma, 7)
Un local enorme, de esos con mesitas y sillas de madera y serrín en el suelo. Cazuelitas de tigres (mejillones con tomate), platos de rabas, y platos tradicionales, de los de siempre, de los que te gusta volver a comer.

-Ledesma (C/ Ledesma 14)
Las gildas, el taco de bonito, o los pinchos que ellos mismos elaboran.

-Bitoque (Alameda Mazarredo, 6)
Mira, el servicio es malo tirando a pésimo, los camareros son unos setas, pero el cocinero, es de 10. Así que pásate, y ¡disfruta!


Indautxu
Vamos a acotar, que sino, este barrio se nos hace grande. Sobre todo, la mayoria de los bares se encuentran en la calle Licenciado Poza, en Maestro Garcia Rivero (¡creo que es la calle con mayor número de bares de pintxos por metro cuadrado!)

-El huevo frito (C/ Maestro García Rivero, 1)
Tienen otro bar, El Huevo Berria, que al igual que el primero cuentan con una espléndida barra de pintxos. Hombre, con ese nombre, indispensable probar los que llevan huevo de codorniz.

-Okela (C/ Maestro Garcia Rivero, 8)
Lo bueno de este bar, es que prácticamente a lo largo de todo el dia tienen algun pincho recién hecho. Los crêpes con salsa de frutos del bosque, o los pimientos verdes rellenos de bonito, son como para repetir.

-Gaztandegi (C/ Maestro García Rivero, 10)
Si te gusta el queso, ¡este es tu bar! Bueno, quien dice queso, dice un montón de productos más, pero aqui, el rey indiscutible es el queso. ¡Adicción a todos sus pinchos!

-Estoril (Plaza Campuzano)
Son encantadores, da igual quien entre por la puerta, que a todos saludan y atienden como si no hubiese nadie mas en el bar. Tres cosas indispensables: el vermú preparado, el zumo de tomate preparado (cuidado con el picante), y los pintxos de tomate seco con anchoa. 

-Izaro (Alameda Urquijo, 66)
En 2009 fueron premiados por la mejor tortilla a nivel nacional. No hace falta decir nada más, ¿no? 


BONUS TRACK
-EME (C/ General Concha 5)
esto no son pintxos, son unos sandwiches que si vienes a Bilbao estás obligadisimo a probar!







miércoles, 23 de enero de 2013

Sushi en Carrefour (planet).

Ayer os conté que fui al Carrefour (perdón, Carrefour Planet) a por la mozarella de la receta de "el genial Eneko". Lo que no os dije es que me tiré como una hora y pico dando vueltas, descubriendo cómo han convertido un simple hipermercado en todo una experiencia de compra. Y digo experiencia de compra, por que más que un lugar en el que hacer la compra, se ha convertido en un lugar de ocio. No es Artea ni Max Center, ni mucho menos, pero sí un lugar en el que la compra semanal se hace más llevadera. 

Encuentro unos pasillos y zona de lectura, bien decorado, que invita a pasar alli un rato; la electrónica, situado cerca, con lo último en tecnología; pasamos a alimentación y de pronto, me encuentro una zona donde poder comprar trozos de pizza, que ellos mismos elaboran al momento. Toma ya. Lo mismo que haces la compra, oye, pues meriendas. Sigo, y más adelante me encuentro una especie de isleta con taburetes, muy parecido a una zona que hay en el Mercado de San Miguel (Madrid), donde dentro del mismo mercado puedes tomarte un café, degustar su bolleria, o un sandwich. Pero lo que no me esperaba (y mira que yo tengo imaginación) era encontrarme a dos chicas orientales (sorry, ni idea de si son chinas, japonesas o coreanas) preparando sushi al momento, en bandejitas que recuerdan a Sumo. A-l-u-c-i-n-o con el Carrefour Planet. A decir verdad, I ya me habia avisado de ello, pero chica, que se me habia olvidado, y al verlo, pues me ha sorprendido de nuevo. 

Se me ocurrió comprar una bandejita, probar ese "sushi de supermercado", que cuando lo vio mi querido padre lo primero que me preguntó era la fecha de caducidad, y resulta que estaban envasados en el día, y caducaban al siguiente. Bueno, hechos en el dia. Van bien con la parte de etiquetado: la fecha de caducidad, una pegatina que pone "sin pescado crudo" (mas les vale, sino, se les cae el pelo, está prohibido vender pescado crudo en platos preparados o para consumo inmediato), y una descripción detallada de los ingredientes. 

Tuvo gracia encontrar la bandejita esta, y que Carrefour ofrezca estos "plus" en sus establecimientos, la igual que la zona "pizza" y la más tradicional, o la librería. Pero desde luego, por 6,70€ maravillas no se pueden pedir.


CARREFOUR ERANDIO

No vuelvo a comprar sushi del Carrefour, ni de coña. Arroz apelmazado, como si fuese cemento armado. Me pareció un puntazo ver que tienen este tipo de productos, seguramente para aquellos que se inician en el consumo de sushi, les puede resultar un modo de comenzar a probar. La verdad es que los tres tipos de sushi (California roll, cheese rolls, California crunch) tenían muy buena pinta, pena que el arroz no acompañaba. Dos sobrecitos de salsa de soja, uno de wasabi y otro de jengibre completaban el pack, que repito, por 6,70€, ya me pareció sospechoso.
Bravo a Carrefour por su política de marketing respecto a la experiencia de compra de los clientes, resulta un espacio menos desagradable donde tener que ir a comprar. Bravo por su política de producto con esas bandejitas, donde tanto el packaging, y el etiquetado, son perfectos; la promoción en el punto de venta, con las chicas orientales bien uniformadas que invitan a que pruebes el producto antes, animan a comprar; la distribución en unas cámaras accesibles, perfecto; y el precio, pues eso, acorde a lo que es, un producto de calidad medio, insípido, y poco atractivo para los fans del sushi, pero que seducía a muchos que por allí pasaban y que les resultaba una buena primera toma de contacto con este plato. 





martes, 22 de enero de 2013

Eneko versión Blackie. (con V de vivos)

Paso rápida y veloz por el blog, sólo para sacaros una sonrisa con lo inutil que soy. Ayer Eneko (el genial Eneko a partir de ahora) me dedicó una receta maravillosa en su blog, (esta misma) así que viendo que tenia un bote de tomates deshidratados en aceite (sí, hice trampa, estos son italianos, y vienen así), me acerqué al Carrefour a por mozarella fresca. Que digo yo, que un carrefour, tendrán de eso, ¿no?. Pues después de 15 minutos en la sección de refrigerados, otros 10 en las cámaras con quesos que hay cerca de la charcuteria, y otros 15 en la cola de la charcuteria y quesos, acabo volviendo a los refrigerados, donde en un rinconcito vi las bolsitas con la bola de mozarella. Vamos, novatada, ¡más de 40 minutos para el queso!

Llego a casa, y saco el tostador, los tomates, el queso...¡anda si hay anchoas! Juraría que "el genial Eneko" dijo algo de las anchoas...Miro la receta en el mac (el pobre me acompaña hasta en la cocina, debí sacarle una foto), y me doy cuenta de que además de que mi querido "el genial Eneko" sugiere lo de las anchoas, le pone orégano, y sal de Añana. Mierda esa sal no tengo, bueno, hay Maldon, espero que sirva (¿sirve, "el genial Eneko"?). Y en esto que entra mi padre a la cocina:

-"¿¿Y este despliegue de medios??"

-"Nada, aita, una cosa que voy a hacer, a ver si te gusta"

Empezamos el montaje, no sin antes casi electrocutarme: recordad, NO SAQUEIS NADA DEL TOSTADOR CON UN TENEDOR NORMAL. Vamos, o desenchufáis la tostadora, o meteis algo de madera. Chispazo al canto para servidora. Salvado el primer incidente, corto tres trozos de mozarella sobre la tabla de madera, cojo otra tabla, y pongo los tomates. Y diréis ¿para qué pone otra tabla con los tomates? Pues yo tampoco lo sé chica, pero mira, otra tabla que manché. 

Pongo el pan tostado, chorrito de aceite, mozarella, sal Maldon, oregano, tomates, más oregano, y anchoas en aceite. Las cantidades, a boleo, imposible calcular, ¡hasta que se acabe la mozarella! Ya tengo dos tablas manchadas, un bol con la mozarella, tres o cuatro tenedores repartidos por la cocina, dos trapos, unas tijeras para abrir la bolsa del queso, y dos platos para colocar los ingredientes y volver a motarlos en un tercero.

-"Aita, ven, que vas a hacer de catador, a ver qué te parece"

-"Muy bien hija, muy bueno, la mozarella le da cremosidad (¿? jajaja), y queda muy bien con el tomate y la anchoa. ¡¡PERO YA ESTAS FREGANDO TODO ESTO!!"

Madre mía con el padre orden, queeeeeeeee yaaaaaaaa vaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Bueno, como dice "el genial Eneko", "Zamora no se ganó en una hora", aunque mejor me viene la canción de Morcheeba, "Rome wasn't built in a day" que más que una hora, necesito 24. 

Oye, que estaba bueno mi primer pintxo, primera toma de contacto. 

¡Feliz martes!

PD: Para "el genial Eneko", por ese genial blog, soy tu FAN menos mañosa, ¡fijo! No dejéis de visitarle en http://enekosukaldari.blogspot.com.es si quereis esta receta decentemente contada, ¡y muchas mas!


Mira que formales y ordenaditos todos.

Mi padre, primera cata. Mi madre, cuando llegó de trabajar, a las once, segunda cata. 
Siguen vivos los dos, asi que ¡todo en orden!



jueves, 17 de enero de 2013

Andra Mari, Oferplan y post bomba que les cae.

Hace un par de meses, en nuestro txoko tuitero, mi querida Ruth (@rutheando) nos avisó de que en Oferplan (un grupon/colectivia/deskontu/planeo del periódico El Correo) habia una promoción en el restaurante de estrella Michelin con un descuento del 47%. Se trataba de un menú degustación valorado en 75€ que se quedaba en 39,90€. ¡Todo un chollo! Rauda y veloz, compré uno, y de la emoción no me dí cuenta de que con uno, a ver qué leches hacia yo, así que al ir a comprar un segundo (mas que nada por no ir sola, en plan "notengoamigosnifamiliaresquemeacompañen") la oferta ya habia llegado a su máximo de cupones vendidos. Vamos, exitazo. Eso sí, la sorpresa vino al final.

Esta semana, decidí reservar, e invitar a J' a un menú igual que el mío, pero evidentemente, pagando los 75€ que esperaba pagar. Total, es Andra Mari, seguro que los vale.


Primer tiempo: Tomate cherry confitado sobre aceituna negra
Dos tomatitos, pequeñitos, pelados, y con una espuma de queso que les recubría, y una cucharada de aceitunas negras machacadas y hecho casi puré junto con otro tanto, deshidratado. Me gustó la mezcla de sabores, pero no me sorprendió ninguno de los ingredientes.



Segundo tiempo: Taco de foie caramelizado con frutos rojos macerados
La verdad que una porción muy pequeñita, pero de gran sabor. Además de muy buena presentación, el foie estaba a temperatura ambiente, perfecto para comerlo, y con ese toque crujiente al caramelizarlo que lo hacia único de tantos otros restaurtantes. Los frutos rojos caramelizados, acompañados de frutos secos, eran la pareja perfecta para este entrante. ¡Delicioso! Nos supo a poco, de lo bueno que estaba.



Tercer tiempo: Begiaundi con crujiente de arroz y jugo de zanahoria
En principio venia el siguiente plato antes, pero como J' tuvo que cambiar el menú (por eso de la alergia) pues a mi me sirvieron este, y a él una ensalada con perdiz escabechada (de muy buen sabor, según me comentó). Yo es que soy fan del begiaundi (calamar para los no vasco parlantes) y a la plancha con poco más, es suficiente. Agradecí que no hubiera ajos, que lo acompañaran con algo tan original como una sopita de zanahoria, cebolla caramelizada y arroz tostado. 


Cuarto tiempo: Hongos sobre patata y ravioli de huevo
Llegado este punto, J' y yo casi lloramos de la emoción. La camarera venia con los platos, pero ese aroma a otoño, a bosque, y a "quebuenovaaestareso" nos llegó antes que ella. Dos trozos de hongo boletus, pastel de patata y crema de patata junto con el "ravioli" de huevo. INCREIBLE. Nada que añadir, sin duda, el plato del dia.


Quinto tiempo: Merluza en su propio jugo con moluscos y tirabeques
No sé que me pasó aqui, que me despisté, y ni foto, ni nada. ¡Ah, sí! Que J' se puso a explicarle a la camarera que habia muchas veces que directamente no comia los platos, por no querer molestar en cocina y que le quitasen los mariscos. La merluza, en su punto, no entendí mucho el plato, quizás por la ausencia de los moluscos, quizás por la dureza de los tirabeques.

Sexto tiempo: Láminas de entrecot con pastel de queso
Pensábamos que con los anteriores platos no nos llenariamos, y mira tu por donde que cuando vimos la carne, casi nos da un mal. Tres trozos de entrecot, con muy buen sabor, para mi gusto quizás demasiado hecho, y con un muy buen acompañamiento con el pastel de queso y patatas, ¡no veas qué alivio no ver ni un pimiento rojo!


Séptimo tiempo: Degustación de repostería.
Contentos con los pasos que fuimos dando, llegamos al postre, que normalmente en los menús degustación suele ser un triste sorbete, o un pastel de chocolate (sí, los famosos volcanes). Sin embargo, esta vez el plato venia con una degustación de cuatro de ellos: mousse de chocolate, cremosa, y de un sabor a cacao, del de verdad; tarta de queso, sin mermeladas de bote, ni galletas trituradas; torrija INCREIBLE y helado de nuez, SUPER INCREIBLE. No había manera de comer más, pero tanto la torrija como el helado, era imposible para de comerlo!





RESTAURANTE ANDRA MARI 
Barrio Elixalde, Galdakao

No tengo absolutamente ninguna queja hacia Andra Mari, es más, me alegro de haber ido, gracias a Oferplan, ya que al ser un estrella Michelín, supuse (mal por mi parte) que mi economía no daría para semejante restaurante. Al contrario, cuentan con una carta más que razonable, no solo para un restaurante de esa categoría, sino incluso para muchos con peor imagen y cocina. 
Desde luego merece una especial atención la originalidad de los platos, la maravillosa combinación de los ingredientes, y sobre todo de la amabilidad de las camareras (no había ni un solo hombre). Pero la sorpresa vino al pedir la cuenta: resulta que una a veces es muy rubia, y en esa ocasión compré un sólo cupón por 39,90€ valorado en 75€. ¡Vamos, que me ahorraba un 47%! Así que al hacer la reserva, pedí un menú igual, o parecido, que pagaría integramente. Al pedir la cuenta, saqué 90€ para pagar el nuevo menú y los cafés que nos tomamos, y mi cara de susto vino al ver la cuenta: 45,10€.
¿¿Pero qué broma es esta?? ¿¿No se supone que es un menú valorado en 75€?? Lo primero que pensé es que Oferplan se estaba riendo de mí, que pensando que habia comprado un chollo, resultó un engaño, ya que el menú que compré por 39,90€, vale, eso mismo, 39,60€ para ser exactos, vamos que no hay descuento por ninguna parte. Y no, no me hicieron a mi descuento en ese momento, es más, la camarera por teléfono ya me informó, de que esa oferta no estaba disponible fuera de Oferplan.
Desde luego no vuelvo a confiar en Oferplan (grupo El Correo), ni en muchos de los "chollos" que proponen, y el cabreo con el que salí del restaurante, es mayúsculo. Mi duda es si Andra Mari sabe esto, o si por el contrario, como el resto de los que compramos dicho cupón, lo ignoraba por completo.  Por que si tienen unos menús así de asequibles, si su carta no es tan prohibitiva como muchos clientes nos imaginábamos, no entiendo como no se dejan de chorradas de Oferplan, y hacen una comunicación como dios manda.
Nadie da duros a peseta, y este, es un ejemplo claro, y mi cabreo, aquí sigue, y me da lo mismo que me expliquen el funcionamiento de estas empresas de cupones, para el cliente (yo), su imagen ha caído por los suelos, y eso, amigos, es muy difícil de arreglar, el posicionamiento y la imagen de marca si no la cuidas, te hundes.

Jueves 17 de enero: leo que Planeo oferta otro cupón por 69€ dos personas, para un menú degustación parecido. Otros tantos engañados, esta vez por otra empresa. 



miércoles, 16 de enero de 2013

Los Reyes del Palacio Larrea

Este post va con prisa. Con prisa, por que a pesar de que normalmente intento publicar con cierta distancia por eso de mantener el #mistery, este post debe publicarse ahora. Sino, a ver cómo explico yo el postre de Palacio Larrea en dos semanas!

Fui allí invitada por unos proveedores, esta vez, no era yo quien pagaba (pero creo que el menú cuesta 15€), y la verdad es que me sorprendió encontrar semejante edificio en el centro de Barakaldo. ¿Todos eran así hace unos cuantos años? Pues chica, qué mal organización urbanística han hecho después. En fin, dejando de lado la arquitectura barakaldesa, me centro en mi ensalada, de verduras en tempura y foie. La verdad es que tenia muy buen sabor, el aliño era muy original, con algún cítrico en vez de vinagre, acompañado de las lechuguitas de nuestra amiga Florette, y unas verduras (zanahoria, pimiento y calabacín) con un ligero rebozado, que una pena que estuviese frio y hecho desde hace un buen rato. Me gustó encontrarme al fondo del plato unos gajos de pomelo, oye, una ensalada de lo más trabajada.

Para seguir, taco de solomillo a la plancha. Con las justas tonterías, unas patatas en lámina, y unos pimientos rojos, que no sabían a nada. Qué manía con los pimientos rojos, de verdad. Una que es medio riojana, estas cosas no las entiende: a ver, si vas a poner ese vegetal, al menos, compra uno en el super, mételo en el horno un rato, y pélalo tu mismo. Pero chico, de verdad los botes de pimientos que vienen de Perú, no molan. Menos mal que la carne estaba deliciosa, y en su punto, que sino...

Y aquí viene la razón por la que tengo que escribir el post ahora: resulta que la reunión era con unos compañeros que venían de una delegación en Francia, y con unos proveedores (ale, todos juntos pero no revueltos), así que pedimos de postre el roscón de reyes, por eso de hacer patria y explicarles nuestras costumbres. Pensad que tuvimos que retrasar la fecha de la reunión, ya que ninguno de ellos celebra el día de Reyes en sus países. Para mi gusto, demasiado sabor a naranja, y el chocolate...coñe, si  le vas a poner sirope de ese de bote, de verdad, ahorratelo. ¡Qué manera de estropear el postre! Me gustó mucho la presentación y ese toque infantil con trozos de nube de gominola y de regaliz rojo y esa especie de ¿nata? ¿merengue? que adornaba el plato. No te fastidia, que me dice uno de mis compis francés, que el roscón ¡¡es como su brioche!! Este no se entera de nada, y sus papilas gustativas menos aún.


PALACIO LARREA
C/Larrea, 7. Barakaldo.

Un sitio espectacular para ir a comer, o para hacer alguna celebración especial. Tienen varios salones (estuve cotilleando al ir al baño), y desde luego es entrar allí y trasladarte a otra época. La atención de las camareras fue perfecta, ni muy pesadas ni muy pasotas, dejando incluso margen mientras esperamos a uno de mis jefes, que se retrasó.
Un menú del día de lo más elaborado, bien presentado y de calidad, pena que ciertos detalles, como que la tempura estuviese fría, igual que el chocolate, deslucieran un poco los platos. Y ni qué decir de esos pimientos horribles. Son pequeños detallitos que hacen que desluzca la comida.



Bonita presentación de la ensalada


Ahi, los pimientos tapaditos, pero los calé en seguida.


¡Roscón de reyes de postre!



lunes, 14 de enero de 2013

Adiós a todos.

No, tranquilos, no me voy. O quizás alguno se había hecho ilusiones de que la pesada esta se pirase, y fijate, que le acabo de dar una mala noticia! :P

El caso es que hace poquito os comentaba cómo veíamos que Cacao Sampaka, la chocolatería de alameda Recalde, cerraba el negocio; detrás, vino la sorpresa con La Cuchara, de Joseba Arana (una pena, la verdad), y el viernes, paseando por Bilbao la vieja, me encontré esto en Belmondo. Un cartel donde se anuncia que se alquila el local, hasta aquí, nada extraño, hasta que te fijas y ves que parece que han huido al ver a Chicote, o algo parecido, por que se han dejado hasta las mesas puestas. Mantelería, cubertería, vajilla...todo preparado como si fuesen a entrar clientes, pero con un aspecto abandonado. Vamos, de lo más deprimente.

Parece que estoy viviendo "Los diez negritos" de Agatha Christie en versión hostelería, uno a uno van cayendo como moscas. ¿La culpa? A mi parecer, un cúmulo de cosas, y la crisis no es una de ellas: falta de comunicación, falta de adaptación a los cambios (épocas de bonanza, épocas menos fructíferas), poca innovación, escasa/nula diferenciación y en ocasiones (no es el caso de La Cuchara ni de Belmondo) una pésima atención, que va provocar que alguno más vaya al hoyo. ¿La solución? Quizás invertir en cosas que nunca se pensó que servirían, somos una ciudad donde la gastronomía se vende sola, donde la inercia lleva a los locales a no necesitar hacer ningún tipo de comunicación, a no adelantarse a los cambios, a pasar de aplicar un poquito de marketing a sus negocios, pero que ahora, toca hacerlo. 

Espero no volver a escribir un post como este en mucho tiempo, y que si es así, sea que cierra por jubilación, o por que los dueños se van al Caribe a vivir al ver que el negocio les va tan bien.




domingo, 13 de enero de 2013

El puntal (Hotel Real), platos con efectos.

A finales de diciembre, J' me rescató de los nubarrones que me perseguian en Bilbao para llevarme a Santander. Allí tabién habia nubarrones, pero de otro tipo, de esos que con paraguas y unas Hunter se pasan sin problema.

Y directamente, os enseño la sorpresita que tenia J' preparada para mí: una cena con menú degustación (ni idea de cuanto cuesta, ni cómo se llama el menú) en el Hotel Real de Santander. Sin duda, aluciné cuando llegamos, cuando nos recibieron en el comedor, cuando me ayudaron a sentarme en la mesa (no, no me pasa nada, sólo que un 5* en algo tiene que diferenciarse), y aluciné con unos platos modernos en presentación y en ingredientes, en un entorno y una decoración mucho más tradicional.

Empecé por partida doble, con el carpaccio de salmón y lima, por que al ver que el plato tenia algún tipo de "caviar" de pez desconocido, J' no se la quiso jugar con la alergia, y en vez de pedir otra cosa, decidió que yo debía comerme las dos raciones. Unas láminas finas de salmón con unas espuma ácida por la lima, y una cremita de wasabi que le daba un toque buenísimo

Tras el salmón, otro pescado, merluza a la plancha con una crema suave de pil-pil y su propia piel crujiente. Me encantó el buen sabor del pescado, y la piel que normalmente retiro, esta vez me sorprendió su textura crujiente. Sin duda el pil-pil, un acierto, y salir del pescado con pimientos rojos, que ya aburre.

Tenia ganas de llegar a la carne, al lomo de buey, sobre todo por probar las setas Shimeji. La carne, en su punto, con un acompañamiento de lo más original, y no lo digo por las setas japonesas, sino por los cubitos de piña caramelizada, dando ese punto ácido a la carne. Las setas, la verdad, no estaban mal, pero vaya, que teniendo unos buenos boletus, que se quiten los shimeji estos.

Y la traca final vino con el postre. El camarero nos trajo un plato, muy vistoso, con una especie de puding encerrado en una especie de jaula de chocolate, y cubierto de algodón de azúcar, y un vaso de chupito con una crema, que parecia Baileys. El camarero nos pidió que lo probásemos, por si no nos gustaba, y al darle el visto bueno, roció el algodón de azúcar y éste desapareció, dejando al fondo una sopa de regaliz con crujiente de galleta, el puding al descubierto, y el chocolate que lo recubría. Fantástico el plato y la puesta en escena.


RESTAURANTE EL PUNTAL
Paseo Perez Galdós, 28. Santander.

Un restaurante al que por mí misma no hubiese ido. Son de esos sitios, en los que la media de edad tanto de los empleados como el de los comensales ronda los 60, y hace que dos bilbaínos que rozan (y pasan) la treintena se sientan quizás algo fuera de lugar. Sin embargo ni J' ni yo vimos un mal gesto, un mal de talle ni mucho menos, al contrario, fueron muy amables, tuvimos que pedirles que no nos tratasen de usted, pero por lo demás, ¡todo perfecto!
Me sorprendió muy favorablemente su cocina, no esperaba esos platos con ingredientes tan exóticos, esas presentaciones en diferentes alturas, con volumen y colorido, los platos de pizarra y de diseños modernistas chocaban con la cuberteria antigua, creando un ambiente de lo más especial.



Salmón en carpaccio, con espuma de lima


Merluza!


Las setas nada tienen que hacer con los boletus.


Preparados, listos...


¡YA!

martes, 8 de enero de 2013

Ya no es lo que era

Hoy me he levantado con este video sobre los restaurantes. Y todo viene por una conversación con un amigo, el cual al igual que yo, por trabajo se pasa más de los días que quisiera, comiendo fuera de casa. Y al tercer día de comer "aire de patata con espuma de huevo y aroma de trufa" o cosas parecidas con nombres indescriptibles, pues hombre a una le apetece comer un cocido, una merluza a la plancha, o un solomillo. Sin más pretensiones, que las de comer, y comer bien. No siempre hacen falta florituras para que un plato entre por los ojos.



La serpiente de mazapán

Este año, como el anterior, hemos comido el roscón de Reyes con nata, de la pasteleria La Suiza. Y como fue mi madre a por él de paso se trajo una serpiente. Abrimos una caja preciosa, y ahi estaba enroscada una serpiente de mazapán y yema, con unos ojos, que daban un mal rollo que no veas. Chica, a mi me encanta el mazapán, y todos los dulces navideños (bueno los polvorones no mucho...), pero eso de andar troceando una serpeinte que te mira y todo, ¡pues como que me deja un mal cuerpo!

La verdad es que estaba muy bueno, todo hay quie decirlo, menos las frutas escarchadas, que menos mal que mi madre es FAN absoluta, y se las come ella. Por cierto, los ojos de la serpiente NO se comen. Y el muñequito del rosco, le tocó a la menda lerenda, asi que el año que viene, a B le toca ira a comprarlo.

PASTELERIA LA SUIZA
C/ Marqués del puerto, 4. Bilbao.
944238625

Las dependientas siguen siendo unas estiradas, siguen sin querer entrar en el siglo XXI y no aceptan tarjetas (y a poco que lleves en Navidad, te plantas en los 100 euritos si sois una familia un poco numerosa), pero siguen siendo una de las mejores pastelerias, y el roscón, quitando los caseros, es insuperable. Con nata, por cierto.





jueves, 3 de enero de 2013

"Lo que coma Don Manuel", Lasal y una escapada

Diciembre fue un mes de lo más surrealista. Desde lesiones, pasando por trabajos nuevos, gente que se va, gente que vuelve, y sorpresas que se le ocurren a J'. Y pongo J' para no liarnos con mi amigo J (sí, ese con el que comparto el gusto de los chicos de brazos armados!). Creo que el pobre vio lo agobiada que estaba en la city, que un sábado decidió "secuestrarme" y llevarme a Santander. Que ya ves tu, una hora de coche y parece que cambias de mundo. 

Me esperaba una sesión de spa y una cena de lujo en el Hotel Real, según llegué, lo primero que le dije: 

-"Pero como no me avisas de que veniamos aquí!! Mira qué pintas llevo en vaqueros!!"

Claro, a él le entra la risa, pero chica, de haberlo sabido me pongo un vestidito, o algo más mono, ¿verdad? Pues eso, estos chicos, que no entienden...

Con semejante shock al ver el hotelazo en el que nos quedábamos el finde, necesitaba de urgencia un restaurante para invitarle a comer (¡qué menos!), asi que lancé un SOS en twitter, al que respondió raudo y veloz @igorcubillo, recomendándome "Lasal", asi que me puse a buscar el telefono en internet (bendito iphone), rezando a la vez a todas las religiones que recordaba para que tuvieran una mesa para dos, justo en hora y media. Y ¡premio! Allí que fuimos los dos, sin saber mucho a dónde íbamos, pero con apuesta segura, por ser una recomendación de "Lo que coma Don Manuel". 

Un espacio diáfano, con una decoración moderna y minimalista (me encanta), y un camarero encantador, que nos acompañó a una mesa al lado de una ventana. Quise pedir el menú degustación, pero era para dos personas, y casi el 80% de los platos contenian algo de marisco, algo que mi querido J' no puede comer por ser alérgico, asi que tuvimos que ir a la carta.

Ensalada de ventresca (J' es fan absoluto) para compartir, con una presentación muy original en una hoja de lombarda, quizás un poco escasa la cantidad de ventresca, pero acompañado por un aliño de cítricos y semillas de amapola que le daba un toque de lo más original a un plato que resulta ya tradicional.

Para seguir, hubiera pedido todo: pero no era plan de que mi querido acompañante se asustara con lo tragaldabas que soy. Mientras él se decidió por el solomillo, con pastel de patata; yo pedí lubina (pescado del día) a la sal, como el nombre del restaurante, suponiendo que era una de las especialidades. El pescado, perfectamente presentado, sin salsas ni nada que tape el buen sabor de un pescado fresco, acompañado de unas verduras al vapor y setas a la plancha. Una ración más que suficiente para mi, de un buen pescado en la mejor compañía. Sin embargo el solomillo de J' tenia buen sabor, pero daba la sensación de que estaba hecho o a fuego muy lento, o que se había recocido. Una pena, lo quería al punto, esperábamos que estuviese dorado por fuera, y rosado por dentro, una pena, por que tenia muy buena pinta.

Mientras esperábamos el postre, un volcán de chocolate (volviendo a las costumbres), en la mesa de al lado pidieron "steak tartar", asi que vino una camarera, desplegó una mesa auxiliar, y dispuso todos los ingredientes junto con un bol rodeado de hielo, donde comenzó a mezclar todo. ¡Un plato con show en directo y yo sin enterarme! Esto se lo tengo que contar a Igor, por si no lo conocía. Ah, el volcán, bien, como todos los anteriores.


PD: Para Igor, te prometí que te lo dedicaba, y te agradezco con este post la rapidez y la amabilidad de siempre. Ya sabes, R&R FOREVER! ;)



RESTAURANTE LASAL
C/Castelar, 5. Santander

Un sitio estupendo, con una atención de 10. Una carta con unos seis platos por especialidad, mas dos menús degustación. Tres ambientes distintos en un mismo local, que hacen de Lasal un sitio más que recomendable. Yo desde luego, se lo agradezco mucho a Igor, fue todo un acierto. De hecho, me he quedado con las ganas de volver para probar su famoso steak tartar, o cualquier de sus pescados a la sal, de esos que no aparecen en la carta y que da gusto disfrutar. Quizás me pareció que en la carne no acertaron en la manera de cocinarlo, puede que fuese el día. 

Ensalada+solomillo+pescado+postres+cafés+tres copas de vino= 72€




A ras de suelo, un gran rayo de sol en medio de los nubarrones.

Y como aperitivo, croqueta de queso y crema de champiñones.

Ensalada de ventresca

¡Menuda presentación del solomillo! (Foto: J')

Lubina a la sal

Volcán de chocolate con frutos rojos.