lunes, 31 de diciembre de 2012

Feliz 2013!

Hace un año os deseaba lo mejor para 2012, y espero que así haya sido. Lo espero de corazón, para que todo ello se multiplique en este 2013, y sin miedo, que a los números, no hay que temerlos.

Espero que sea un año en el que las noticias de paro, disminuyan; que las noticias de emprendedores gastronómicos (o no) aumenten; que los desahucios desaparezcan, y que en cambio aparezcan oportunidades para quienes luchan dia a dia por las suyas. 

2013 está por escribir, asi que pasito a pasito, haremos que las cosas cambien. Estoy segura.


Un beso enorme a todos, y a disfrutar, como no, ¡comiendo y bebiendo!


FELIZ 2013

jueves, 27 de diciembre de 2012

1 añito en la ciudad: The Black City

Un año. ¡UN AÑITO YA! Parece que fue ayer cuando decidí, apoyada por mis amigas que todas las cosas surrealistas que me estaban pasando, que todos esos buenos restaurantes y todas mis anécdotas debían ser contadas. 
365 días después, aquí estoy, con más de 50.000 visitas en este año (para mí, 50.000 abrazos de apoyo), un puñado de amigos en facebook y twitter, un montón de restaurantes y bares visitados, ¡y los que quedan!

Decir que no esperaba tan buena acogida, ni tantisimo apoyo de amigos virtuales en Twitter cuando las fuerzas flaquean, y el anonimato empieza a hacerse cuesta arriba. Amigos que salen de la nada y que te mandan un DM diciendo lo mucho que les gusta cómo escribo (tiene gracia, ¡no soy periodista!), otros que te piden sugerencias via mail, y luego los que juegan al escondite por Bilbao. 

Una foto mal hecha, pero que representa mucho lo que soy: cazadora de cuero, oscuridad para mantener el anonimato, y una vela con un gran 1, que sin duda, es vuestro, como el blog. 

Nadie me paga los menús, ni las cenas, ni las copas, no tengo amigos hosteleros, a pesar de trabajar en el sector, simplemente he hecho de mi modo de vida real, un pequeño mundo en internet, con una ciudad, en la que todos sois bienvenidos: The Black City. 

GRACIAS GRACIAS GRACIAS.

B.


domingo, 23 de diciembre de 2012

La casi mejor tortilla del mundo. (La mejor, la de mi padre)

El jueves a las 23:59 me quedé en la cama mirando al techo, esperando un huracán, una sirena del fin del mundo, que viniera un caballero gris en armadura montado en un unicornio blanco... Nada, chica, que el mundo sigue igual, que no digo que no me alegre, pero ya que iba a terminarse, al menos que hagan una reforma, ¿no?

Así que el 21, viernes, quisimos celebrar el no-fin-del-mundo, Santo Tomás, que unos se van de vacaciones navideñas, que nos iba a tocar la lotería (nada, no nos ha tocado nada) y el cumpleaños de uno de mis compis. Ya sabéis que estoy a caballo entre Bilbao y Barakaldo, y últimamente paso más tiempo en la oficina de Barakaldo, así que estoy descubriendo restaurantes y bares de la segunda ciudad más poblada de Bizkaia. Entre todos esos lugares, está La Galatea, un bar donde sirven (los mejores) pinchos de tortilla, y fueron la excusa perfecta para todas esas celebraciones en la oficina.

Ver la bandeja con esos ocho pinchos (somos 5 en la ofi), se me hizo la boca agua, (a las doce y media, me como hasta el papel de aluminio), y fue probar uno, y entender por qué La Galatea se está ganando a pulso el titulo de "mejor tortilla" de Barakaldo, sin necesidad de concursos. Una tortilla jugosa, pero con el huevo cuajado, perfectamente fundido con la patata y un toque de cebolla, todo con un sabor intenso, con una patata suave y ligeramente caramelizada con la cebolla.Vamos, casi casi ¡perfecta!.
Una buena forma de empezar el fin de semana, desde luego, un descubrimiento de tortilla.


LA GALATEA
http://www.barakaldotapas.com/
C/Muguruza, 15. Barakaldo.

No tengo la menor idea de cómo es el bar, ni sé lo que cuesta el pincho de tortilla, pero sé que en cuento pueda, volveré a La Galatea a por ese pincho, y quizás me encuentre sorpresas en el local, pero da igual, la tortilla, merece la pena.


¡Sólo quedaban dos!

Tortilla jugosa.



miércoles, 19 de diciembre de 2012

Sustos y sandwiches en Bilbao.

Llevo dos días en shock. El fin de semana se me ocurre (maldita idea) desconectar del mundo, apagar el movil, encenderlo sólo a ratos, y disfrutar con amigas de dos días en un retiro para pensar y organizar nuestro futuro empresarial. Total, que justo me da a mi por apartarme del mundo tecnológico el día que se me caduca el dominio de www.theblackcity.com, y con ello, mi pequeño mundo 2.0

Amigos tuiteros que me avisaban, pero con los que no me podia comunicar, ayuda de mil maneras al comentarles a todos los de mi TL que habia "perdido" el dominio, y mucho apoyo y ánimo para intentar recuperarlo. Tras una hora, unas cuantas lagrimas de rabia, unas llamadas y DM en twitter, nadie mejor que mi amiga la VISA para arreglar todo. ¡Qué alivio! 

Y un post a medias: el de mi comida a las cinco y media en Sanwicoffee. Algunos igual os suena de verlo a los pies de la torre esa de Mordor, (aquí la llaman la torre Iberdrola), a otros de leer el post en "Lo que coma don Manuel". Y a mi, de pasar por delante en el 13 de camino al trabajo. Allí que me senté, y nada más dejar el ordenador a mi lado, un camarero se me acercó para preguntarme qué queria, con una sonrisa inmensa, que a esas horas, con el hambre uy el cansancio agradecí enormemente. Queria comer algo, NECESITABA comer algo, y a poder ser recién hecho:

-"¿Teneis la cocina abierta?"
-"24 horas"
-"¡Madre mía qué alegria!"

Pedí el sandwich de roastbeef de buey con salsa remoulade, en pan de copos de avena. ¿Suena bien eh? Pues eso, suena bien. Y menos el pan, sabia bien también. Por que la buena presentación quedó un poco empañada con un pan que parecía congelado, descongelado malamente, y por lo tanto se desmigaba y cuarteaba, una pena, por que el contenido, no estaba mal, al menos los ingredientes que se espera sean mínimamente del día, lo eran. Tomate terso, cortado en finas rodajas, la lechuga, y la salsa, con buen color y sabor.


SANWICOFFEE
Plaza Euskadi, 4. Bilbao

Se supone que cuentan con un obrador propio, y por eso, pensé que el pan seria reciente, cosa que el mío al menos, no era. Me acabo de fijar, que en la primera foto se apdrecia como está ligeramente desmigado, el pobre se iba cayendo a cachos solo con mirarlo.
Lo bueno, un local amplio, con una situación estratégica para la biblioteca, el museo y la torre de Sauron, digo de Iberdrola. Además eso de que la cocina estñe abierta a cualquier hora, es todo un acierto en una ciudad que pretende posicionarse como una ciudad de servicios y ocio, eso sí, sin servicios ni ocio.

Tónica + sandwich= 9€





miércoles, 12 de diciembre de 2012

Nada, que gracias, y eso.

Hoy no tenia pensado publicar ninguna entrada, más que nada por que estoy fuera, y el móvil me sirve de módem, pero vaya, justo, justo. Milagros, a la virgen de Begoña. En fin, que ayer fue un día de caos,  con un montón de cosas que gestionar, proyectos que se atascan, otros que por fin parece que ven la luz al final del túnel, y otros nuevos trabajos que salen gracias al buen trabajo de quien me rodea. 

Y en todo este caos, en este mar de incertidumbres, de cosas raras, van y ayer me eligen como la "autora del día" en la pagina www.paperblog.es, vamos, ¡increíble! Me hizo una ilusión enorme, lo quise compartir con todos vosotros en Facebook y Twitter, y em quedaba agradecerlo por el blog. Por que sin vosotros, esto no seria posible. Parecía que esto iba a ser el mejor fin de día posible, pero ¡no! todavia quedaban una sorpresita por vuestro lado: tres comentarios en diversos post del blog que me emocionaron, que hicieron que se me saltasen un par de lagrimitas (que soy una tia dura eeehhh???). Se agradece mucho que valoréis y que me lo hagais saber, el tiempo que dedico, las ganas que le pongo, y ver que os gusta, y que disfrutais con ello (y que encima la gente lee), pues chica, que una se emociona.

No llevo ni un año al frente de este pequeño barquito, que espero que vaya creciendo poco a poco, para llevar cada vez a mas gente a bordo.

Pues eso, que me lio yo sola, que GRACIAS GRACIAS Y 27MIL VECES GRACIAS.


lunes, 10 de diciembre de 2012

El Nilo pasa por Bilbao.

Me encanta probar cosas nuevas. Gastronómicamente hablado, me refiero. Nuevos sabores, texturas, y presentaciones, y para ello, no hay nada mejor que ir a un restaurante internacional. Hace una década (o más) no teniamos tan a mano un Kebab, o un restaurante oriental, o un simple italiano. Y fijate, ahora, está todo plagado de ellos. Sin embargo, el restaurante Capuccino es un local de toda la vida, de los primeros restaurantes egipcios (y el único en el que he comido) en Bilbao.

Es un restaurante pequeño, con un par de mesitas en la entrada, y una larga barra, donde los clientes comen, como si del Florida se tratara. Y es que muchas veces, si te dan de comer bien, te da lo mismo el sitio. Allí que me planté con J, sin tener mucha idea de qué pedir, ni cuánta cantidad, vamos que íbamos de guiris total. 

Pues nada, vamos a pedir un par de platos, y compartimos, total, nos da lo mismo, ¡todo tiene buena pinta! Kafta, y pitta del chef: el primero, unas tortitas rellenas de una especie de pequeña hamburguesa/albóndiga con lechuga y tomate, tres unidades, que nos supieron a muy poco. Bueno, a ver si con la pitta, nos llenamos. La pitta era una torta del tamaño de una pizza individual, rellena de verduras y carne: sabrosisima, de muy buen sabor, con especias y sésamo. Delicioso. Pero escaso. Nos habíamos plantado en las once y media pasadas, entre la espera en la barra, y los platos, así que decidimos ir a por el postre, por eso de que no se nos hiciera muy tarde. A mi se me antojó un postre con canela, que venia en la carta, y del cual me quedé con ganas de probar, ya que no tenían. NI ese ni otros dos más, nos tuvimos que conformar con una tarta de queso, que ni frío ni calor, y un "nido" de cabello de ángel, chocolate algún tipo de pasta hojaldrada. Vamos, una bomba de azúcar. Nada, no hubo éxito con los postres. 

Y es que lo malo de estos restaurantes, es que no sabes qué pedir, no sabes qué cantidades son las mejores, no sabes cuál es la especialidad, y muchas veces, el cliente, anda perdido. Como nosotros.


CAFE CAPUCCINO
C/Gordoniz, 2. Bilbao.

Sin duda merece la pena ir, pero sabiendo que no puedes salir de alli sin probar el hummus, el falafel, y las pitas. Vamos, no como yo, que no sabiamos ni por donde nos daba el aire, y encima, nos quedamos con hambre. Eché de menos un poquito más de ayuda por parte del camarero, ademas de servir, muchas veces es un perfecto comercial!
Merece la pena ir en verano, y cenar en la terraza, pero al igual que la hamburgueseria Florida, hay que ir con paciencia, pocos sitios, y muchos clientes.



Kafta.

Pitta del chef.

Tarta de queso (una más, del montón)

Bomba no apta para diabéticos.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Happy pills, amigas como gominolas.

Llueve, hace frio, tengo que ir a fisio, luego a trabajar, encima llueve cada vez mas...Un asco de tiempo, para empezar diciembre. Y de repente, en este universo gris, aparece una amiga, dando color al día, con una caja. Que ya ves tú, una caja sin mas, pero suficiente por el significado que tiene. T y yo nos comimos a besos a I, por que solo una amiga como ella, con dos trabajos, academias de idiomas, y 3+1 sobrinos que la adoran, es capaz de ir a comprar un regalito.

La sorpresa fueron tres botes de "Happy pills", que nos encantaron. A mi no me llama tanto por el contenido, sino por el packaging (bueno, creo que T está contenta con ambas cosas), por cómo han conseguido revalorizar algo tan infantil como unas gominolas. Es algo así como, ¿cómo hacemos que los adultos consuman estas gominolas, pagando un precio mayor, y que encima se enganchen al producto? Pues sacándonos una sonrisa. No hay nada más efectivo para un producto y para la comunicación de éste que el crear emociones y sentimientos agradables hacia él. Y este es el caso perfecto: ponemos un mensaje divertido ("Kit de emergencia" "Para un día sin fútbol" "Por que sí"...), que el cliente pueda personalizarlo, dejamos que él mismo elija qué llevará el bote dentro, añadimos unos envases que se asemejen a pastilleros, y ¡voilà! Todos enganchados a Happy Pills. Vamos, gominolas con glamour.


HAPPY PILLS
C/Maximo Aguirre, 26. Bilbao

Pues sí, chica, no son más que gominolas, de las de toda la vida, pero hace una ilusión enorme que una de tus dos mejores amigas aparezca con tres botes, y que encima en uno de ellos, ponga "Because you make my day". Hoy, estoy emotiva.

PD: gracias I por ser como eres, y estar ahí siempre. Por cierto, me debes dos mails ;) jajajaja  Si tí, y sin T, esto no seria posible.



domingo, 2 de diciembre de 2012

Diciembre tranquilo tras un Noviembre peleón.

Esta semana me ha pasado de todo. Bueno, matizo: estas dos semanas, me ha pasado de todo. En realidad, toooodo noviembre ha sido un mes raro. Y todo lo que relaciona mi vida y el blog en particular no se han escapado de este cúmulo de situaciones ridiculas. 

Creo que en mas de uno y de dos post, ya he comentado mi opinión acerca de los restaurantes y bares: son servicios, en los cuales disfrutar de una experiencia desde que se entra por la puerta, hasta que se sale. No vale con que el plato, la comida o la presentación sea maravilloso, si el entorno, los camareros y el ambiente no acompañan.

Tras el comentario fuera de lugar de la camarera de Abaroa Artxanda, pensé que habia tenido mala suerte, y me equivoqué. Desde hace ya un tiempo, cambié la S por la J, y la verdad que un buen cambio, tanto que J apoya esta faceta (oculta) pasional de la comida y los restaurantes. Tanto es así que quiso invitarme a un restaurante bilbaíno, llamémosle X, un restaurante italiano en el centro de la city. Allí que fuimos los dos, una noche de sábado, entre las nueve y nueve y media, sin reserva, por lo que nos dirigimos a la entrada, junto a la caja registradora, donde esperábamos que alguien nos atendiese. Uno, dos, tres, cuatro, y hasta cinco camareros pasaron delante nuestro, sin inmutarse. Cinco personas que pasaron a nuestro lado en las dos direcciones, ignorándonos por completo. Ni un saludo, ni un "¿tenéis reserva?", ni una mirada. Invisibles. Después de varios intentos de captar su atención, llegó un grupo de unas seis personas, que igualmente, se saltaron la cola, pasaron por delante nuestro, y una "amable" camarera, les atendió y sentó en su mesa. El colmo. No entraré en valorar la falta de educación y respeto de ese grupo de seis personas sin modales que nos saltaron sin preguntar si esperábamos una mesa. Pero sí el de ese restaurante X: indecente el trato, ni siquiera se dieron cuenta (creo) de que nos fuimos, y eso que justo cuando teníamos dos camareras cerca, rozando el grito dije:

-"Pues si nadie nos atiende, y nos ignoran, nos vamos a W"- W es otro italiano.

En el restaurante W, conseguimos cenar, eso sí, no lo que queríamos, por que dos de los tres platos que pedimos, no tenían, y seguro que no tenían por que un listado de un folio entero de pizzas en Arial 9 hace que sea imposible tener todos los ingredientes. Al menos, que esos ingredientes sean del día, y frescos.

Pero claro, la mala atención al cliente, el pésimo trato no sólo se ve en restaurantes y bares. Dos malas experiencias en noviembre, no imaginaba que aun quedaba una tercera. Se me ocurre acercarme a una pastelería, tal y como me sugirieron T e I, a comprar unos dulces. Supongamos que esta pastelería Z, ofrece varios servicios, que no se centra únicamente en los dulces, a pesar de tener una única dependienta un jueves por la tarde. Al entrar, se me ocurrió preguntar por la encargada, ya que próximamente tengo un evento familiar, y quería hacer un gran pedido, saber si podía hacer alguna personalización, si hacían encargos especiales, si repartían a domicilio...pero me quedé con las ganas, sobre todo por que la dependienta se debió pensar que yo era un proveedor, o un testigo de Jehová (y no será por la minifalda), por lo que no me dejó terminar la frase, y me despacho con un:

-"Oye, ven en otro momento, estoy ocupada"

¿¿Ocupada?? Ahhhh valeeeee, esas dos chicas que había en la tienda dando vueltas, eran su "ocupación". Y también, es muy cansado y requiere mucho tiempo y atención estar apoyada en la barra donde se empaquetan los dulces. Vamos, una broma de pastelería, donde la encargada se dedica a despachar a futuros clientes, mientras hace un ¿curso? ¿atender a otro cliente? ¿nada?. Sea cual sea la respuesta, si no puede atender a alguien en el horario comercial que ellos mismos muestran en la puerta de entrada, se me ocurren un par de cosas que pueden hacer. Y ninguna de ellas, es tratar a un cliente como si molestase su simple presencia. 

Enfin, dos locales que espero que cambien, confío en que se den cuenta de que NO solo es un producto lo que venden, es una experiencia, y si el resto de variables que conformar un restaurante, un bar o una pastelería no están en sintonía con el producto que venden/sirven, les auguro un futuro muy muy muy negro. La inercia de un despegue, unido a la novedad de un producto hacen que tu empresa vuele un tiempo, pero sin un motor constante que lo mantenga, ese avión irá en caída libre, hasta el suelo.

Espero que diciembre sea un buen mes, que viendo como está la economia, hosteleros y demás negocios, valoren las malas opiniones, que cambien, que escuchen, y acepten una mano que les ayude a mejorar, a salir adelante en esta crisis tan oscura. Porque sé que se puede.