jueves, 26 de julio de 2012

Yolado, otro invento del verano.

A ver, estos inventos del verano que se sacan de la manga los de marketing yo, no los entiendo. Que si el Colacao turbo para la leche fría en verano, que si los de Kaiku con el Café Latte en su día, y ahora aparecen los de Danone con el "Yolado", (mira por donde el nombre si me parece bueno!). Entiendo que los fabricantes de turrones se pongan a hacer helados en verano, la estacionalidad de ese producto hace que se tiren tres meses trabajando a destajo, y el resto, (si no tienen más actividad) mirando al techo, o a los almendros en flor... Pero ¿el yogur? ¿tan mal está el sector? enfin, que lo he probado, primero el natural, luego el de fresas (señores de Danone, ¿¿eso es fresa??), y no me ha convencido mucho, ahora bien, a mis sobrinos de 5 y 2 añitos, encantados, es ver un helado y se vuelven locos. 

miércoles, 25 de julio de 2012

Passerella: cena accidentada, pero con final feliz.

Viernes tranquilo, cinco amigos, y una cena, que parecía iba a ser tranquila. Quedamos los cinco en Bilbao, cerca de galerías de Urquijo, y nos fuimos a Paserella. Sí, ese italiano que lleva ahí desde que el mundo es mundo, que seguro que todos habéis cenado allí, pues ahí fuimos, que yo, nunca había estado.

Subimos al piso de arriba, ya que en el comedor de abajo no había sitio para todos. Empezamos a mirar la carta y el menú degustación, y terminamos mezclando un menú con varios platos para compartir entre todos. Para empezar, ensalada de tomate y mozzarella, que daba la sensación de que habían ido hasta Italia a por la mozarella de lo mucho que tardaron en servirnos. Lo mismo que el risotto de marisco, el cual por cierto no estaba malo, pero tampoco bueno.

Y si los primeros se nos hizo eterna la espera, las pizzas, tardaron mas aún. Al preguntarle a la camarera, nos contestó que se les había quemado. Vaya, pensé que esas cosas sólo me pasaban a mi, y no en un restaurante. La verdad es que para cuando llegó, se me había pasado el hambre, de tanto beber  Lambrusco (madre mía qué vino maaaaas maaaalooooooo). Además el restaurante empezó a llenarse de  gente, y el calor que se acumulaba empezaba a ser agobiante, sin más opción que la de abrir una ventana y rezar por que hiciera corriente.

Menos mal, que es llegar el postre y a todos se nos cambió la cara, y hasta se nos pasó el calor. Intenté no pedir el volcán de chocolate, pero chica, mis amigas son adictas, y no hay manera de desengancharlas. Así que crêpes con chocolate y volcán de chocolate para todos!

Al salir, hay un portal dentro de las galerías, justo a la izquierda, un portal que normalmente ni nos fijamos, menos esa noche, cuando los dos chicos que venían con nosotras salieron corriendo al ver un hombre tendido en el suelo en un charco de sangre. Aquello parecía de peli de miedo! Menos mal que uno de ellos ha sido socorriste y algo de primeros auxilios sabe, e inmovilizó al señor, que se fue algo mejor en ambulancia, al menos, hablaba, aunque andaba perdido. Pena no saber qué fue de él.


PASSERELLA
C/ Alameda Urquijo, 30. Bilbao

Uno de los primero italianos de Bilbao (que mi corta memoria recuerda), y que tiene buenos platos. La atención fue muy buena, y la verdad que estuvieron muy a tentos con nosotros. La pena, la lentitud de la cocina y el que no tengan aire acondicionado. Vale, no estamos en Málaga, pero en Bilbao, cuando hace calor, se nota.
Buena relación calidad-precio, eso si, no pidáis el volcán, no merece la pena. 

Por 21€ pasé una noche de lo más agradable y surrealista con cuatro amigos.



Ensalada de tomate, rúcula y mozzarella.

Pizza!

El famosisisisisisismo volcán!

lunes, 23 de julio de 2012

Gaminiz: celebración de cumpleaños, tercera parte.

Desde luego, no hay dos sin tres, y mi cumpleaños no es una excepción: después de celebrarlo con mis socias-amigas en Milagros, con más amigos en La Deliciosa, tocaba una con la familia. El problema suele ser, que siendo apenas cuatro, no encajamos en horarios, así que la semana pasada, conseguimos sacar un hueco los cuatro para comer juntos en Gaminiz. ¿Y por qué Gaminiz, en el parque tecnológico de Zamudio? Un lugar tan apartado, muy a desmano, donde ninguno de los cuatro trabajamos...Pues por que el nombre que hay en la entrada debajo de Gaminiz, es el de Aitor Elizegi. (y no, el Sr. Elizegi, ni me conoce, ni me ha invitado nunca a ninguno de sus restaurantes. Es más, ¡ni siquiera tengo cómo ir al famoso Kurding club!)

Así que allí nos fuimos los cuatro, antes de que mi hermano tuviese que irse pitando de nuevo al aeropuerto para irse al trabajo, y en menos de 15 minutos en coche estábamos sentados en una mesa amplia, en un comedor con unas seis mesas como la nuestra. Nos dieron las tres de la tarde, y sin mucho apetito, así que después de valorar la carta, nos fuimos a lo sencillo, por eso de no tener que pensar mucho: menú del día.

Mis padres coincidieron con la tempura de verduras, crujiente, con espárragos verdes, cebolla morada, pimiento, zanahoria y una salsa tipo ali olí más suave, que se convirtió en el acompañante perfecto. Mi hermano, parrillada de verduras y setas, con un sabor increíble a brasas, delicioso, y trozos hermosos de verduras, al dente, perfectas. Me sorprendió que la patata estaba hecha puré, y tostada por fuera, un toque diferente de texturas, que hacia del plato algo increíble. Así que cuando vi mi ensalada, ¡me arrepentí de haberla pedido! Estaba muy buena, con un aliño espaciado, muy rico, perfectamente presentado, pero viendo la espectacularidad del resto de los platos, el mío se quedo en nada. 

Segundos platos: aqui, se vio, que mi hermano y mi madre son iguales, y que yo soy clavadita a mi padre. Solomillo a la plancha para ellos, y bacalao dos salsas para nosotros. Me acordé del bacalao que hacían en Bascook, que me encanta, y esta vez no dudé en probarlo en Gaminiz: y desde luego ¡no defraudó! Dos trozos de lomo, sin una espina (importante), en su punto, sin estar demasiado salados (importante también para un buen bacalao), y con salsa vizcaína y al pil pil. No suelo ser muy fan de la primera, me suele gustar más la de pil pil, sin embargo, esta vez, no sabia por cual decidirme. La salsa vizcaína tenia ese color tan característico de los pimientos choriceros, que le daban además un sabor más intenso a la salsa. Cremosa, fina daba un sabor muy especial al bacalao a la plancha. El segundo trozo, al pil pil, delicioso: un sabor a aceite, sin resultar ni empalagoso, ni muy fuerte, con ajo picado en una esquinita. Eché de menos una guidillita, o al menos, ese toque picante de la cayena. El otro sector de la familia quedó encantado con el solomillo, que venia troceado, y en su punto, con unas patatas en forma de gajo, enormes, y con una salsa que tenia un toque que me recordaba al wasabi. Mi madre y yo, que nos entendemos a la perfección, cambiamos platos para probar los dos.

Pero lo mejor suele venir al final: de los postres que había, elegí el bizcocho de chocolate, y mi hermano, que hace muy de hermano, sólo se le ocurre decirme para picarme, 

-"Ya verás, otro volcán de chocolate que te vas a comer...jajaja"

Pues esta vez se equivocó, resultó ser un bizcocho caliente, con el interior cremoso, casi sin terminar de hacerse, y con virutas de naranja, acompañado de helado de yogur. Y era helado de yogur, no yogur congelado, como ese que venden ahora, y que anuncian a todas horas, ni tampoco trozos de hielo picado con sabor a yogur. Y debajo, migas de galleta de mantequilla, que por cierto, queridos cocineros, me parece un puntazo, deberíais apuntar más esa decoración! La tarta de queso de mi madre y mi hermano (sí, queda claro que son madre e hijo, son idénticos hasta para comer) era un cuadrado perfecto de crema de queso, con una mermelada de fresas, y trozos de fresa y pétalos de flores, que mi querido hermanito parecía reacio a probar, y que se acabó comiendo tan contento. ¿Y mi padre? el sorbete de gin tonic, que le dieron a elegir la ginebra (Tanqueray), un detalle que sacó una sonrisa a mi padre, por eso de hacer tan personal el postre, eligiendo hasta el ingrediente principal.


GAMINIZ
Ibaizabal Bidea, Zamudio.

Un sitio fácil de encontrar gracias a las indicaciones de la pagina web, y del gps del móvil. Un restaurante que destaca entre tanto edificio tecnológico, un pequeño oasis en forma de caserío entre tanto acero y hormigón. Y en el interior, un personal de lo más amable y agradable, tanto en barra como en comedor. Un detallado el que nos explicaran con infinita paciencia los platos que íbamos preguntando, que me repitieran hasta tres veces uno de ellos por que no le entendía (y por que de un oído ando justa justa...)
Me sorprendió que nos cambiaran de cubiertos a cada plato, siendo el menú del día, que recogiesen las migas de pan al terminar de comer, justo antes del postre, y me encantó que para probar el vino preguntasen a mi madre si ella también lo quería probar. 
Sin duda, merece la pena el paseo en coche hasta Zamudio, por ir a comer a Gaminiz.

Menú del día, 18€ sin IVA.


Pan de maíz, y pan de semillas.

Aperitivo: mousse de queso, con trozos de crujiente de pan.

Verduras en tempura con ajoblanco.

Mi ensalada.

Bacalao dos salsas, sin espinas y con la piel crujiente.

Entrecot.

Tarta de queso con helado de frutos rojos.

Hermanito, pues NO era volcán! jajaja

jueves, 19 de julio de 2012

Lu'um: más allá de las verduras cocidas.

La semana pasada mi buena amiga N me invitó a comer a Lu'um, un pequeño restaurante a caballo entre un vegetariano, y un restaurante de comida moderna, situado en la calle Henao. Ibamos las dos muy animadas, y al llegar allí, nos dimos cuenta de que no teníamos reserva, aun así, el camarero, nos dijo que ahora, no había problema. Y eso pensé yo, hasta que nos sentamos en una mesa para dos, la más cercana a la puerta, y la corriente de aire casi nos deja pajarito. (el verano en Bilbao suele durar de dos a tres días, y el de la comida, NO era uno de esos)

Nada más sentarnos, N me dijo que pareciera que nos habíamos metido en un capítulo de "Mujeres deseperadas": la decoración en madera clara, las manzanas rojas decorando las mesas, y nosotras dos cotorreando sin parar. Para empezar, N arrancó con unos pimientos rellenos de verduras, mientras que yo preferí la ensalada con guacamole, (evidentemente, todo lo que tenga aguacate, ¡me lo pido!). UN mix de lechugas bien aliñado, suave, con una abundante cantidad de crema de aguacate casero, con uvas y una crema blanca con hierbas aromáticas que no supe descifrar más. Una ensalada sencilla, pero con sabor, que me encantó.

De segundo, las dos coincidimos en el plato vegetariano. El menú del día, suele contar con una ensalada, un plato de cuchara, y otro de verduras, mientras que los segundos, se componen de un pescado, una carne y un tercero, de verduras también. Nos decidimos por el kebab de verduras asadas, couscous y  falafel, buenísimo. Hombre, el mejor falafel que he probado ha sido en Le Marais, en Paris, y comerlo en la calle, con el ambiente del barrio y demás no tiene color, pero tanto N que los ha probado en NY y Londres,  como yo, estuvimos de acuerdo en que el de Lu'um, no tenia nada que envidiar. Una presentación espectacular, muy cuidada, algo que se echa de menos en platos en los que los ingredientes únicamente son verduras. Y con sabor, que el comerse un plato de verdura no está reñido con el buen sabor: diferentes maneras de cocinarlas, presentarlas, o mezclarlas, y que no parezca que comes un plato de hierba. Lu'um sabe como hacer que no eches de menos ni el queso como potenciador (o para disimular) de sabores, con verduras más cocinadas que otras, el couscous en su punto, y con una salsa que recordaba a una mostaza, pero suavizada.

De postre, me hubiera gustado que entre las tres alternativas hubiese algo con chocolate, quizás ese día no tenían nada, o quizás es costumbre en Lu'um, una pena. Pero para poner un punto y final redondo a la comida, un zumo natural de fresas con melocotón, que creo que era licuado, vamos, perfecto!


LU'UM
C/ Henao, 30. Bilbao.

Uno de los mejores descubrimientos últimamente: cerca de un núcleo importante de oficinas, ofrece un menú del día asequible, de calidad y encima, con una sonrisa. La opción de poder comer cocina vegetariana, o al menos sana, hace que sea una buena alternativa para poder ir varias veces a la sema ay que la #operacionbuenorra no se resienta. Mi única pega, por ponerle algo, fue que la primera mesita, en días fríos, es de lo más desagradable. Pero merece la pena aguantar el viento y la corriente por probar sus platos.

Menú del día, 13,50€ que no pagué, ya que me invitó N. 



Dos mujeres desesperadas listas para empezar a comer.

Ensalada, con aguacate.

Kebab con couscous, falafel, y verduritas

Vitaminas en pajita!

¡Se acabó! Volveré :)

martes, 17 de julio de 2012

Sprite, las cosas como son.

Hace algunos años, en clase de publicidad vimos un anuncio, del que aun me acuerdo, y que cada vez que lo vuelvo a ver me entra la risa. Así, que para que este martes sea más llevadero, ahí os lo dejo!


 

domingo, 15 de julio de 2012

Unik Lounge, mejorando los domingos

Nota: hoy, 24 septiembre 2013 he recibido un mail del responsable de comunicación de Unik Lounge para actualizar su nombre. Pasa de Unico lounge a Unik lounge, a pesar de que su dominio web sigue siendo el mismo. 

Odio los domingos. Odio los domingos de verano con lluvia. Y eso de estar dando vueltas por Bilbao, sin saber dónde ir ni a cenar, ni a tomar una triste copa, pues me saca de quicio. Y el domingo pasado, fue uno de esos días horribles, que gracias a un momento de inspiración, acabó convirtiendo en una cena de lo más divertida. 

Salímos de Bilbao, dirección Leioa, y fuimos al Único Lounge, un restaurante que se encuentra frente al edificio Gobelas. Sí, donde esta el puti, seguro que así estáis todos sonriendo, y todos sabéis donde digo. No por que hayáis estado, sino por que me juego la mano derecha (soy diestra) a que alguna vez pasando por la avanzada algún amigo/a os ha dicho que ahí, hay un puticlub. Pues eso, volviendo a mi cena, tras leer la interminable carta con un montón de platos de lo más apetecibles, nos decidimos por un plato que ellos denominan "delicatessen": micuit de canard con mermelada de higos y arándanos, la primera, un éxito, la segunda, no tanto. A ver, yo cuando vi lo que llegó, menos micuit, me pareció de todo, vamos que me dicen que lo han sacado de una lata de La piara, y me lo creo. Y el sabor no acompañaba, ni la textura, ni siquiera los biscottes de Lu. Enfin, andábamos a risas vacilando al camarero, y apenas seguimos indagando en qué marca de paté nos habían colado.

Para seguir, pedimos un crêpe de jamón serrano con cebolla ponchada y nueces y una ensalada de lechugas con tomates, aguacate (vicio nº3), salmón ahumado (vicio nº2), bonito (que misteriosamente aparecieron lonchas de algún pez que podia ser atún o bonito ahumado), croutons de pan, y un aliño con perejil. La verdad es que la presentación era espectacular, no sólo en el plato, sino en vertical y la disposición de los ingredientes, además de que la cantidad era no para dos, sino que de ahí, cuatro comían perfectamente. Segunda copa de vino blanco, y una ya empieza a decir tonterías, la ensalada con medio aguacate y ni sé la de lonchas de ahumados varios, llena, y va siendo hora de la retirada. Creo que tienen algún postre atractivo, pero no llegué ni a ver la carta. Seguro, que vuelvo.

NOTA: Dos de la mañana del lunes, muero de sed, voy corriendo a la cocina. Cuatro de la mañana del lunes, a las 8 me tengo que levantar para ir a trabajar, y me he tenido que levantar de nuevo a atracar la botella de agua. Malditos ahumados! Demasiado salados, y demasiado tarde, o pronto según se mire, para darme cuenta.


UNIK LOUNGE
Paseo Landabarri, 3. Leioa

Increible la extensa carta de ensaladas, asi como de segundos platos para todos los gustos. Me sorprendió la decoración, moderna, en un rincón tan apartado como en el que se encuentra el bar. La barra de pinchos es digna de probar, aunque los camareros podían esmerarse en la atención: ni un saludo al entrar, ni al salir, y casi diez minutos de espera para sentarnos, y otros tantos para ser atendidos. Y era domingo, vamos que no estaban desbordados de clientes. A la cocina, un 8. 

Cena para dos, con dos copas de blanco y botella de agua, 42,90€



Micuit a 18€

Crêpe de buen tamaño...

...y buen relleno.

Ensalada nº29: cóctel único.

miércoles, 11 de julio de 2012

La Deliciosa: segunda celebración de 27+1

Hoy estoy contenta, me he levantado cuando he querido, después de un lunes de infierno, y un martes de locura, donde el blog decidió bloquearse. Pero hoy es miércoles, casi fin de semana, dedicaré unos cuandos #FW por twitter, trabajaré un poquito, comeré con una amiga, iré a una reunión y no pienso dejar de sonreír en todo el día gris bilbaíno.

Y no hay nada mejor para los días oscuros que acordarse de los claros: y el sábado era uno de ellos. Después de trabajar todo el día fuera de Bilbao, mis amigos me organizaron una cenita en La Deliciosa, en el casco viejo, casualidad, al lado del restaurante Gorbea (del que ya hablé en este post), un plan perfecto para pasarlo entre amigos y celebrarlo por todo lo alto! A pesar de tener reserva para las 22h30, el camarero nos pidió un cuarto de hora más, éramos ocho personas, y la verdad no cabíamos en cualquier lado, el comedor es más bien pequeño.

Ya sentados, comienza la conversación, y menos la carta de vinos, nadie mira lo que hay de menú, es más, teníamos pensado pedir el menú degustación, por eso de no pensar, pero por la noche sólo tienen carta. Una pena, oye, casi las once de la noche, cachondeo entre amigos, pues como que no apetece lectura. Bueno, visto el descontrol, tomo el mando: tres dos ensaladas de canónigos con queso de cabra y nueces, dos tres raciones de croquetas de la casa, todo para compartir. La ensalada no tenia ningún misterio, de hecho, los canónigos eran de Florette, seguro, trocear un poco de queso, y esparcir algunas nueces, lo hago hasta yo. Echo de menos los berros, primos de los canónigos, que solía comer en el pueblo de pequeñita, y que desde luego, no tiene ni color ni sabor con lo que había en el plato.

Pero las croquetas, fueron un exitazo. La verdad es que somos todos fans de la bechamel empanada, y a pesar de que creía que nos traerían una muestra de croquetas de "La Cocinera", no fue así. Seis bolas hermosas de tamaño irregular, que nos fuimos comiendo uno a uno, intercambiando las de jamón serrano con trocitos visibles, con las de bacalao, de sabor suave, y que nos comimos entre F y yo, ya que a los chicos no les gusta el bacalao en las croquetas.

Los segundos, desde una lubina de ración para D ("¿qué tal está?" "ya sabes que me encanta el pescado, así que muy muy malo tiene que ser para que no me guste. Pero tampoco es de lo más brillante"), bacalao a la vizcaína para A, solomillo para el otro A, pato para M, brocheta de pollo al queso para FJ, solomillo de cerdo al Perigord para F y chipirones encebollados para A y para mí. Todos estaban encantados con los platos, la presencia era buena, y menos M que pensaba que había pedido foie, (ni idea de donde se sacó eso), todos estábamos satisfechos con las raciones y con el plato. Yo tenia antojo de chipirones, y la ración que me sirvieron era perfecta: cinco chipironcitos, de mayor a menor tamaño, tersos, y con la cebolla con ese color marrón de haber estado a fuego lento por encima. Acompañaban a los chipirones unas patatas que para mi gusto, sobraban: demasiado grasientas, quizás unas patatas al horno, o hervidas hubiera estado mejor.

Llegaba el turno de los postres, y sólo D y yo nos animamos: "rubia, ¿compartimos?" Claro, te lo pregunta un amigo al que le encanta el dulce como a ti, y qué vas a decir, ¡pues claro! Así que él, que no es de aquí, se lanzó a la pantxineta, y yo, que soy de todas partes, al "chocolate a muerte" (eso podía en la carta, y pese al nombre, nos atrevimos, #vivoallimite). ¿Creeis que probé algo? Pues no, por que apareció la camarera con la pantxineta y una velita, todos cantando el "zorionak zuriiiii..." (cumpleaños feliz en euskera, para los de los alrededores de Bilbao, jajaja) y yo emocionada a más no poder. Eso sí, la tarta de chocolate, increíble, buenísima. La pantxineta, a juicio de D, muy buena también. 


LA DELICIOSA 
C/ Jardines, 1. Bilbao

Cocina destinada más a turistas que a bilbaínos, pero un buen sitio para pasarlo con amigos en el centro del casco viejo. Cocina moderna sin complicaciones, platos sencillos y fáciles de reconocer, de buen sabor, y buena presencia. Además el servicio, muy amable y atento, además de hacer más llevadero con sus bromas el calor que hacia en el interior (no tienen aire acondicionado), y de prestarse a ayudar a mis amigos con la velita y los regalos. 

Cena con vino blanco, 30€ cada uno (y sobró para una ronda)


La ensalada de canónigos

Croquetas: las oscuras de jamón, las claras de bacalao. F es una artista.

Chipirones encebollados, con patatas excesivamente grasientas.

Pantxineta, y segunda parte del 27+1

Chocolate a muerte!

viernes, 6 de julio de 2012

Gaztandegi, el universo paralelo del queso.

Hace tres días el gran sukaldari Eneko (ver aquí su magnifico blog!) me una envidia mala malísima cuando me dijo por twitter (@enekosukaldari) que se iba de pinchos. Pues nada, agarré a la única persona que nunca me va a dejar sola, la que va a venir sí o sí, y la que me va a acompañar dónde sea a la hora que sea. Sí, mi querida madre!

Para ir haciendo hambre, primero, unas compras por Gran Via (horrooooor) y empezamos la ruta por los bares de la calle diputación. En El Globo, imperdonable no parar, iba yo decidida a por mi pincho de txangurro (ya comentado en el blog), cuando me vino a la mente las sabias palabras de mi hermano: "prueba el gratinado de bacalao, que siempre está anulado por el de txangurro, pero merece la pena!" Así que cambié de parecer, y pude probar un pincho con una suave crema con un sabor a bacalao muy agradable, sin ser excesivo. Muy bueno, cierto, el de txangurro es el más conocido, pero desde luego, este no desmerece en absoluto.

Tras un par de bares más, me dice mi madre: "vamos al de los quesos de Garcia Rivero? El que le gusta a tu hermano" Pues ni idea de lo que me hablaba, oye, a mi me sonaba uno en el que solía comer de pequeña unos vol-au-vent rellenos de queso o paté en caliente, pero nada mas. Al llegar allí, subí una foto a twitter, y recibo uno de Eneko, diciendo: "mi preferido es GAZTANDEGI". Toma ataque de risa, explicación a mi madre que malamente entiende eso de twitter, y posterior replica con una foto de la barra de Gaztandegi.

Por que Gaztandegi cambió de dueños, pero el queso sigue siendo el protagonista. Entre tanta variedad, una que es adicta al fromage, pues no lo tuve fácil para decidirme, así que opté por el especial de a casa (queso, cebolla caramelizada y salsa especial, sobre un pan de barra crujiente), y mi madre por el de bacalao y queso (hoy el día iba de bacalao). Dos bocados sencillos, pero con un sabor que perduraba, el toque de la cebolla, buenísimo, y el sabor suave del bacalao mezclado con el queso, todo un acierto. Sin duda, un re-descubrimiento, gracias a mi madre y al sukaldari. En esto que íbamos a pagar, y mi madre andaba mirando unos crêpes rellenos de hongos y queso con crema de piquillo, y claro, mi madre es mi madre, y no la iba a dejar con las ganas: pincho-crêpe para ella!


GAZTANDEGI
C/ Maestro Garcia Rivero, 10. Bilbao.

Para los amantes del queso, una cita obligatoria, para los que no, una cita obligatoria. Además de los pinchos, cuentan con tablas de quesos y algún que otro embutido, así como quesos para llevar a casa y comer tranquilamente.

Tres pinchos y dos zuritos, 8,30€


Especial de la casa, y con bacalao.

Crêpe de hongos y queso.

jueves, 5 de julio de 2012

Hot dog's house, donde se comen hamburguesas!

Hace poco a través de Twitter alguien me recomendó el nuevo local de perritos y hamburguesas en Bilbao, Hot dog's house. Y el fin de semana pasado, después de deambular por la city, acabé allí con un amigo, sobre las once de la noche. La verdad es que viendo la hora, me esperaba un "la cocina esta cerrada" "ya no servimos" o alguna otra lindeza a la que nos tienen acostumbrados en algunos locales de Bilbao. Asi que la sorpresa fue mayúscula cuando el camarero, con una sonrisa en la cara, nos saluda, nos invita a entrar y nos dice que podemos cenar en la barra o en una de las mesas altas, ya que el comedor está lleno. Dicho así, me alegré por ellos: el comedor lleno, siendo un local relativamente nuevo, aquí deben servir de lo mejorcito! Bueno, pues el comedor tenia como cuatro mesitas, así que no era complicado llenarlo.

Nos sentamos en una mesa, y empezamos a mirar la carta: bien ordenada, diferenciada, y con explicaciones, eso que a mí me encanta cuando le ponen nombres alemanes a las salchichas, por ejemplo. Lo que tenia claro era que quería probar las patatas de maíz, (únicas en Bilbao, como ellos nos comentaron), pero tenia un dilema: me apetecía una hamburguesa, pero claro, ir a "Hot dog's house" y no probar las salchichas, me parecía raro, ¿no? Pero cuando ví la carta de salchichas, me recordaron a las de Thate, y la verdad, ya me eran conocidas. Así que me decidí por la de 100% carne de buey, con cebolla ponchada (extra de 0,65€ y queso, mismo precio), que viene acompañada de lechuga y tomate.

Me encantó el sabor de la carne, nada de esas que ni te enteras, ni esas otras que tienes que bañar en ketchup/mostaza/mayonesa/algoquesepamejorquelacarne y el punto que le dieron en el fuego, perfecto. Pena que el pan que abrazaba la hamburguesa era de bollo, si llega a a ser pan, pan, lo bordan. ¿Las patatas? malísimas, malísimas, no las pidáis, dejad que me las coma yo toooodas!! Pasan a ser las nº1 por encima incluso de las bacon cheese fríes del Foster: nada grasientas, súper crujientes por fuera, cremosas por dentro, y un un toque distinto, no os voy a decir a qué me supieron a mi, para que las probéis vosotros mismos, merece la pena.


HOT DOG'S HOUSE
Alameda San Mamés, 34, Bilbao.
944436428

Un buen sitio para ir a cenar fast food de calidad: las patatas de maíz, son todo un descubrimiento, y me declaro desde ya fan incondicional. Las carta de hamburguesas y perritos, no era muy extensa, pero lo suficiente para cubrir a todos, incluso a vegetarianos, y lo mejor que podían hacer ahora que están empezando: una carta saturada no siempre es bueno. Dos cosas buenas y dos cosas malas: las buenas, el servicio y la atención, y el rincón de las salsas con unas siete variedades distintas para servirse (las que llegué a contar); las malas, los botellines de agua de 33cl (por dios, si hasta coca-cola sirve ahora botellines grandes) y el pan de la hamburguesa, manías que una tiene. Aun así, volveré, que las patatas de maíz son todo un puntazo, al igual que los perritos, me quedé con las ganas de probarlos!

Dos hamburguesas de carne 100% buey, complemento de queso, cebolla pochada y bacón, patatas de maiz y dos botellines de agua, por menos de 20€

Patatas de maiz.

Genial la presentación!

martes, 3 de julio de 2012

Milagros, ¿qué te pasa?

Hace unas semanas, me preguntabais por twitter si volvería al Milagros, y dije que a pesar del servicio de la última vez, lo más probable era que sí. Pues el viernes aprovechando que teníamos reunión por Sopelana, y que era mi cumpleaños, nos fuimos I, T y yo a Milagros.

Si vuelvo no es por el "maravilloso" servicio, si vuelvo no es por la rapidez con la que te atienden, si vuelvo es por que hasta el viernes, la comida me parecía novedosa, todo me encantaba, y el sushi era mi debilidad. Hasta el viernes. Llegamos pronto, así que nos sentamos en las hamacas de la terraza a tomar algo: caña para I, kalimotxo (¿¿kalimotxo?? si, kalimotxo) para T, y zumo de tomate para mi. En esto que me despisto, nos vamos a la terraza, y al primer sorbo me doy cuenta de que ni tenia sal, ni unas gotas de picante, ni pimienta. Tampoco recuerdo que me preguntaran si lo quería condimentado, ni yo lo pedí. Me levanto, entro de nuevo en el bar, y están unos cinco o seis camareros, incluidos uno de los encargados sentados en una mesa, cenando. Nadie en la barra, y ninguno de ellos hizo el amago de levantarse, o al menos preguntar si necesitaba algo. Pasados unos minutos, me vuelvo a la terraza, sin nada. Bonito detalle, marca de la casa.

Nos sentamos a cenar a las 21h30, y al venir la camarera (nueva, muy simpática por cierto, buen fichaje), T casi de carrerilla le canta lo que vamos a cenar:

 "Totopos, sincronizadas de jamón y queso para compartir; yo ensalada de ventresca de segundo, y ellas las geishas de salmón y el sushimix Milagros"

No os imaginais las ganas que teniamos de comer los entrantes, son nuestros preferidos, así que cuando probamos el primer "totopo" a las tres se nos cambió la cara: estaban duros, secos y algunos incluso parecían revenidos. ¡Con las ganas que teníamos de comerlos! Llegan las sincronizadas, pelín quemadas para mi gusto, y ya va volviendo la sonrisa: ¡esto sí! Y de la emoción se me cayó un trozo en la manga de la camisa que mi querido hermano me había regalado. Ala, ya estamos de estreno. Hablando y hablando me quedé con comida en el plato, cuando vino la camarera, y nos quitó la pizarra con el guacamole que quedaba, casi la pego un grito si no llega a ser por que tenia la boca llena. Pena, pensé que la chica nueva no tenia las feas manías del resto de camareros.

Llegan los segundos platos, la ensalada de T al pedirla, la chica le recomendó que pidiese algo más, ya que "la ensalada es pequeña". Lo que no sabia, es que T es una experta en la carta del Milagros, y a menos que la hubiesen cambiado, de pequeña no tiene nada. Al menos esta vez, algo positivo al plato: el tomate, de los mejores que habíamos probado desde hace mucho tiempo, y la cantidad del ingrediente principal, la ventresca, más que abundante, en trozos grandes, y con presencia. Acompañando a la ensalada de T, nuestras "geishas" que no son más que gajos de aguacate con salmón marinado en lima y queso crema. INCREIBLES. Hasta el momento, lo mejor de la cena. Y el sushi...aaaayyy el sushiiiiii, mi debilidad. Quizás estaba mitificando demasiado el sushi del Milagros, quizás hace un par de años me parecía lo mejor que había en el Pais Vasco, y ahora, bueno, pues no está mal, pero no me sorprendió, no hubo nada, aparte del sashimi de atún rojo (vamos un trozo de atún rojo, nada mas) que me llamase la atención.

Postre: 23h45 de la noche, para dos entrantes, una ensalada y un mix de sushi de 14 piezas, nos parecía que estábamos cenando por segunda vez, viendo la lentitud del servicio, decidimos ahorrarle a la camarera que nos trajese la carta de postres, y directamente, le pedimos tres volcanes de chocolate. No vaya a ser que se despiste y los acabemos desayunando a este ritmo. Pues nada, aparecen los tres volcanes con nueva presentación, yo creo que antes en la pizarra, quedaba muy moderno, muy mono todo, pero el chocolate y el helado acababan sí o sí en el mantel. No se si fue la lentitud, o que estoy ya sobrepasada de volcanes/soufflés de chocolate, que me resultó hasta pesado. A las 00h20, decidí levantarme para pedir la cuenta, no pensábamos quedarnos hasta que se les ocurriese traerla. Enfin, no era el día de Milagros, menos mal que T e I hicieron de la noche algo inolvidable, entre risas, confidencias y cotilleos a la casa súper moderna que veíamos desde nuestra mesa, casi nos acercamos a que nos la enseñaran, oye!


MILAGROS RESTAURANTE
Carretera Sopelana-Plentzia
c/ Bideondo 1. Barrika


Los entrantes, revenidos, duros, y quemados. El servicio, lento a más no poder, además de despistados. EL sushi, nada sorprendente, más de lo mismo, y más bien sencillo, esperaba algo más novedoso, siendo el mix Milagros, el plato más caro de la carta y con mayor numero de piezas, buena oportunidad para lucirse.

Una pena, por que me parece un sitio maravilloso tanto para disfrutar del sol en verano, como de las increíbles tormentas a través de su cristalera; creo que tienen una buena idea de cocina-fusión que seria todo un puntazo para desarrollar; y sin embargo, me da la sensación de que no cuidan los detalles, y lo más importante no cuidan ni están atentos a los clientes. Ni a lo que pueden necesitar, ni a lo que les pueden transmitir para mejorar, ni a las peticiones. Esperaba que no cerrasen tanto los ojos y viesen que algo falla en Milagros, pero que tiene fácil solución. Si es que lo ven, y si es que quieren arreglarlo, claro. Cada uno en su negocio hace lo que quiere, pero los clientes también hacemos lo que queremos, y a veces no queremos volver.

Cena para tres en muy buena compañía, 94€ (con agua e IVA)


Primera copa en la terraza.

Increíble el jardín.

Los totopos revenidos, y duros.

Las sincronizadas, quemadas.

Las geishas, lo mejor de la noche.

Ensalada de ventresca.

Mix de sushi, especial Milagros.

El volcán en su nuevo plato, con helado de coco.

Volcán!